Desaparecido en Lucena: claves del enigmático caso de Pedro Mayorgas

El jueves 29 de febrero a Pedro Mayorgas se le pierde la pista a mediodía, cuando fue visto por última vez. Vecinos y familiares se cercioran de ello cuando a la mañana siguiente ni los pájaros que cuida estaban en el interior de la casa y no en el patio (como sucedía) ni tampoco ciertas costumbres de cada día dejan constancia: como el primer café de la mañana.

Mide 1,60 metros de estatura, tiene una complexión delgada, el pelo canoso, ojos azules y usa gafas graduadas. Esa es la descripción que se difunde por parte de la familia y se multiplica en horas.

Aquí se activan todas las alertas y comienza a buscarse a Pedro como una de tantas desapariciones que, desgraciadamente, se producen en personas de vanzada edad. Las primeras horas transcurren con las primeras gestiones de la Policía Nacional. No hay nada raro tampoco en su vivienda que indique la entrada de algún ladrón o algún elemento que derive en un acto violento. Lo que sí arrastra más certezas es que Pedro pudo ya no pasar la noche en su casa. Era autónomo de movimientos e independiente, por cuanto le gustaba salir y entrar sin alardes, claro está.

El fin de semana el despliegue policial y de voluntarios en busca de este lucentino de 83 años aumenta. Un dispositivo de búsqueda, determinando distintas cuadrículas, tanto en zonas urbanas como en los alrededores de Lucena, en las que ya han comenzado a trabajar efectivos de los dos cuerpos de seguridad.

Desde la necrópolis judía se organiza una intensa batida con drones, el helicóptero con cámaras térmicas de la Policía, patrullas del a Guardia Civil, la Policía Local y el Cuerpo Nacional, voluntarios y miembros de Protección Civil. Todos ellos coordinados por el puesto de mando operativo. Resultados infructuosos.

A comienzos de esta semana, la Policía decide parar el dispositivo, avanzar en su investigación y abrir todas las líneas de investigación, incluso el protocolario aviso a la Interpol. Es cuando la familia de Pedro e incluso desde el propio Ayuntamiento por los datos que le van llegando declaran que la desaparición fortuita pierde peso.

En los últimos días se han visto merodear a personas ajenas a la zona donde vía Pedro. Incluso uno de sus nietos, que hace de portavoz, apunta a la actuación de «terceras personas» como una hipótesis que para ellos cobra fuerza. Entre tanto, la Policía Científica sigue buscando pistas en el domicilio del desaparecido.

El Juzgado de Lucena que lleva el caso va a decretar secretas las actuaciones policiales, según ha podido constatar ABC de fuentes oficiales, y este jueves va a volver a desplegarse un intenso dispositivo de búsqueda con decenas de agentes de todos los cuerpos y voluntarios a los que tanto la familia, como el Ayuntamiento como la oenegé SOS Desparecidos están convocando desde las 9.00 horas en la zona verde limítrofe con el barrio de la Calzada y la Necrópolis Judía para comenzar otra batida.