El curioso motivo por el que el Cristo de la Columna de Lucena hace su salida corriendo

El Cristo de la Columna de Lucena conservó también el estilo de la santería lucentina al impregnar de movimiento su salida con forma particular de llevar los tronos. Algo que sorprendió a muchos en redes que no conocían esta tradición. A la salida, los santeros portaron la imagen a las puertas de la iglesia y corrieron unos metros hacia adelante para volver a colocarse bajo sus hombros.

Esta singular forma de portar las imágenes en Lucena, fue declarada Bien de Interés Cultural este mismo año. Se acompaña únicamente de tambores y en algunos casos de torralbo, corneta que se utiliza en las santerías de Pasión para anunciar la llegada de un paso.

En este ritual lucentino, los santeros portan las imágenes sobre los hombros con el rostro descubierto, la cabeza erguida, cogiendo el varal con la mano correspondiente al hombro que soporta el peso, en una pose casi rígida, al mismo tiempo que imprimen movimiento, en algunos casos dinámico y en otros estático.

Se persigue, por tanto, que el movimiento represente a la imagen o la escena que se lleva, diferenciándose una serie de estilos o de pasos básicos, reproducidos en santería de pasión y de gloria. Por ello, es habitual en Lucena ver este tipo de imágenes con procesiones que conservan un estilo particular, diferenciándose del resto.

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Las cuadrillas de santeros van uniformadas con indumentaria específica. Así, en las santerías de Pasión van vestidos con una túnica corta y capirote corto echado hacia atrás sin cubre-rostro, del color de la cofradía. La práctica de la santería se remonta al siglo XIX, y en esta fecha sitúan su origen los investigadores locales.

Se ha ido transmitiendo de generación a generación, y a través de la observación de las prácticas dentro de las cuadrillas. De este modo, se garantiza la continuidad en el tiempo sin perder cada una de las características que ha hacen singular.