Cultura fija para este año el inicio de la ampliación del Museo Arqueológico de Córdoba

Según la información oficial a la que ha tenido acceso ABC, la idea de Cultura pasa por dejar adjudicadas las obras —de unos 9 millones de euros en su cálculo inicial—, toda vez que ya cuenta con un proyecto básico y pretende en los próximos meses cerrar toda la tramitación ordinaria. Esto es, presentar la licencia de obra ante la Gerencia de Urbanismo y cerrar el estudio geotécnico de la zona —con restos arqueológicos de alto valor que habrá que integrar en la nueva configuración de la casa palaciega— durante el primer trimestre; redactar el proyecto de ejecución en el segundo y licitar las obras en el tercero, por lo que el tramo final de 2024 serviría para adjudicarlas. La duración estimada de los trabajos es de unos tres años.

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La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico deberá supervisar la iniciativa. Al igual que los técnicos de Urbanismo al estar inserta en el Plan Especial de Protección del Casco (y hasta en zona Patrimonio de la Humaniodad). Todo ello, pues, bajo una doble premisa. Por un lado, «siempre que exista crédito adecuado», dice el departamento que está en manos ahora de Sumar y su dirigente Ernest Urtasun. Y, por otro, los tiempos de las autorizaciones de Urbanismo y la Consejería de Cultura.

Hay que recordar que en los Presupuestos Generales del Estado de 2023, vigentes en su prórroga a falta de los de 2024, esta actuación aparece con una partida de 100.000 euros en una programación plurianual de 12 millones de euros. Cierto es que el proyecto de ejecución determinará el coste definitivo de una intervención anhelada desde que en 2009 se elaborasen los primeros trabajos de estudio sobre las necesidades para mejorar el ala más antigua del recinto museístico.

El encargado de diseñar este proyecto en una de las zonas históricas más sensibles de Córdoba es el estudio de Fernando Pardo Calvo, que fue el elegido por Cultura en noviembre de 2022 para acometer el dibujo y la dirección de la obra por 570.000 euros.

Tras su ampliación, el Museo Arqueológico sumará unos 3.000 metros cuadrados más a los 2.900 metros cuadrados que se habilitaron con la parte nueva. El edificio histórico tendrá un carácter mixto. Por un lado tendrá unos 2.000 metros cuadrados para la zona de la colección permanente del centro cultural. Además, permitirá el desarrollo de unas mejores instalaciones para el personal y servicios del Museo y generará nuevas capacidades como un auditorio de formato medio.

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En suma, hay un problema de espacio evidente que motiva como la razón que más esta intervención. En sus fondos, producto de excavaciones arqueológicas, puede haber unos 6,7 millones de piezas. Solamente objetos superan los 2.000 lo que hace que el fondo enseñe una parte muy pequeña de lo que hay. Cada año se realizan en Córdoba decenas de actuaciones arqueológicas. La entrega de materiales es obligatoria y para ello, la Junta de Andalucía mantiene en el Silo de la parte occidental de la ciudad un gigantesco almacén que aglutina ingentes fondos. El espacio expositivo actual abierto apenas llega a mil metros cuadrados.

El palacio de los Páez de Castillejo es historia viva de la ciudad. Se sitúa en el punto donde la Córdoba romana tuvo su primera muralla consistente, luego vino el teatro más grande de Hispania, su destrucción por un terremoto, la ocupación visigoda; el palacio de una alta instancia jurídica califal y la Reconquista, donde caería en manos nobles hasta llegar a sus grandes mecenas: los Paéz de Castillejo, que dejaron la pátina mudéjar y renacentista con las manos de Hernán Ruiz. Este periplo concluye con la reforma del siglo XX de Félix Hernández, que es la que le dota de su actual configuración, incluyendo la portada trasera. Fue inaugurado oficialmente en 1962.

La casa palaciega esta organizada en tres grandes patios (en realidad tiene seis), pero dispone de una serie de salas pequeñas que no se corresponden con la organización espacial de un museo.

El edificio no tiene ascensor (se quieren colocar tres) y es preciso adaptarlo, en lo posible, a la normativa de personas con problemas de movilidad. Cuenta con problemas en su instalación eléctrica y de red de abastecimiento de agua, climatización y control de humedades, por ejemplo,. Ha de resolver sus tres alminares y la autonomía de ambos volúmenes para dotar a toda esa manzana de un relato cronológico y unidad. Incluso se plantea un jardín arqueológico en su patio más al norte, donde quedaron vestigios del teatro romano sin tratar. Este es otro de los grandes retos de la actuación planteada por el Ejecutivo (su titular aunque es la Junta quien lo gestiona): intervenir en ellos y recuperarlos para su inserción en el futuro recorrido por la muestra permanente.

El objetivo de esta ampliación es que el viejo palacio sirva como sede de esa muestra fija mientras que la parte nueva (que ya tiene diez años) sea una zona dedicada a exposiciones temporales. Se ha pedido al equipo redactor del proyecto que lleve a cabo dos conexiones en la planta baja y una en la planta superior.

De igual forma, deberá contar con una funcionalidad moderna, propia de un espacio cultural de primer orden en el siglo XXI. Así dispondrá de cafetería, zona de servicio a visitantes, lugares para el acceso de investigadores o personal del museo y los sistemas de apoyo que se precisan: desde la seguridad hasta la climatización o hasta una sala de lactancia para los visitantes más jóvenes y sus madres, según consta en los pliegos técnicos. Los trabajos en esta parte del Museo no interrumpirán su apertura aunque las piezas acumuladas en sus salas deberán recolocarse o guardarse.