Cultura

El cristianismo más antiguo vuelve a emerger en Córdoba con la exposición 'Cambio de era'

Patrimonio

La cita, en el C3A, la sala Vimcorsa y la Mezquita-Catedral, reúne piezas desde los siglos IV a VII

La exposición 'Cambio de era' mostrará la trascendencia de Córdoba en la expansión del cristianismo por el Mediterráneo

Las piezas de la exposición sobre el Mediterráneo cristiano empiezan a ocupar su lugar

Las autoridades ante el modelo del Santo Sepulcro Ángel Rodríguez

Antes que los retablos barrocos, que las iglesias renacentistas, que las catedrales góticas y que la sencillez del románico, el cristianismo ya había dejado huellas materiales. En las iglesias y objetos de culto y también en los objetos de la vida ... cotidiana, porque la fe salía de los templos para estar presente en la vida de los hombres.

En ese mundo en que la fe que había nacido en torno a la predicación, crucifixión y resurrección de Cristo se expandía por el mundo romano y crecía se sumerge la exposición 'Cambio de era. Córdoba en el Mediterráneo cristiano', que el Ayuntamiento de la ciudad ha inaugurado en tres sedes este viernes.

Como se explica en la primera de ellas, el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A), los primeros cristianos, quizá esperanzados en la segunda venida que había anunciado el Señor, apenas dejaron nada material.

Por eso la muestra empieza con objetos de los siglos II y III, aunque sobre todo desde el IV en adelante. Y el más antiguo es el pez, que es una clave para hablar de Cristo con mucha simbología. En esta sede la muestra recoge algunas de las representaciones más antiguas del Salvador, como Buen Pastor o Docente.

Escenas

En este ámbito llama la atención un modelo del Santo Sepulcro de Jerusalén hecho en piedra, y que reproduce la arquitectura del lugar en que se produjo la Resurrección, pero también sepulcros con complejas escenas de la vida de Jesús.

La muestra recorre además las muy frecuentes escenas del Antiguo Testamento, labradas en piedra, hasta la aparición de la cruz como gran emblema de la religión y de la civilización. Es a través de la visión de Constantino y con él se abre una época en que el árbol santo es el gran emblema.

En esta sala se habla demás de las invasiones bárbaras, del papel de Córdoba en aquellos años de la Alta Edad Media y de su relación con el Imperio Bizantino y Justiniano. Hay piezas excepcionales, como destacó la comisaria, Alexandra Chavarría, y entre ellas está una placa sobre la epidemia de peste en el siglo VI.

En la exposición son fundamentales, dijo Alexandra Chavarría, los objetos cedidos por museos italianos, entre ellos los del Vaticano, pero también del Nacional de Cartago, en Túnez, porque aquella tierra tuvo gran importancia en el cristianismo de la época.

La muestra continúa después por la sala Vimcorsa, que retrata una época en que la fe cristiana ha impregnado en la civilización en el culto y en la vida. Son sobre todo piezas llegadas del resto de España y de los fondos del Museo Arqueológico de Córdoba y brillan mosaicos funerarios de Tarragona de los siglos IV y V, piezas litúrgicas y fragmentos de iglesias que hoy no existen, pero que dejaron su huella.

La Mezquita-Catedral se suma como lugar para exhibir numerosos restos, pero también como escenario, porque bajo el subsuelo están las huellas del complejo episcopal que se han encontrado en distintas campañas, las últimas muy recientes.

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