Crimen de Rute| El autor confeso del asesinato pide perdón a los familiares de su mujer en su alegato

Todas las partes se han sumado al escrito de la Fiscalía -que ha modificado su escrito provisional en el que solicitaba 23 años de prisión- en el acuerdo alcanzado previamente y confirmado hoy por el que solicitan para el autor confeso del crimen de Rute 20 años de cárcel por el delito de asesinato y 1 año más de prisión por el delito de maltrato.

El hermano de la víctima ha declarado ante el jurado popular recordando su última conversación con ella que quedó grabada en el móvil y que duró una hora, en la que ella le contaba que a su llegada a casa había discutido fuertemente con él, apenas horas antes de que el acusado la asesinara.

En su testimonio, el hermano de la víctima ha contado al tribunal que se ha hecho cargo de los dos hijos de su hermana y que «ahora son cuatro niños en la famlia; ellos se llaman todos hermanos». Y ha recordado a la sala que los episodios de malos tratos psíquicos se remontaban a 2011 cuando su hermana abandonó Rute y se fue a vivir con él a Granada. Sin embargo, poco después ella decidió regresar con el acusado, y de nuevo, en 2019 volvió a contarle el trance por el que pasaba de malos tratos, y para ayudarle le dio trabajo.

El acusado ha querido hacer uso de la última palabra en esta fase final del juicio a ofrecimiento del presidente de la sala para pedir entre lágrimas «perdón a las víctimas; especialmente a la madre de la víctima y a su hermano e hijos«. Además, tuvo resuello para agradecer a las fuerzas de seguridad y a Instituciones Penitenciarias el trato, balbuceando que ya no se podía cambiar esto que había hecho.

La primera en exponer su informe ante los miembros del jurado ha sido la fiscal delegada de Violencia de Género, Cristina Ruiz, quien ha desgranado ante el tribunal popular sus conclusiones recordando que se han tenido en cuenta los hechos tanto «desfavorables» para el acusado como son las agravantes de partentesco y de género como las «favorables», que modulan la pena solicitada por las partes, en este caso, la confesión del crimen horas después de cometerlo a su llegada a Madrid.

Al escrito del fiscal se sumaban las acusaciones de la Junta de Andalucía y de la representación del hermano de la víctima, ejercida por el catedrático de Derecho Penal y abogado Juan José González Rus, quien expuso las razones que le han llevado a modificar sus conclusiones provisionales sobre la existencia de ensañamiento en el asesinato, después de que el informe forense descartaba esa posibilidad.

Para González Rus que apuntaba al inicio del juicio a la posiblidad de que el acusado hubiera cometido además un delito contra la intimidad al mirar el móvil y emails de la víctima y relatar su contenido a la Policía Nacional durante su detención ha justificado que lo retiraba de la acusación porque el hecho de que hubiera constancia en el procedimiento de que «a ella no le gustaba» que le cogiera el móvil, este extremo no es suficiente para mantener la acusación en este asunto.

Por su parte, el letrado de la defensa del acusado, Francisco Muñoz Usano, ha recordado que el acuerdo alcanzado entre las partes «no es más que un ejercicio de justicia». En este sentido, Muñoz Usano ha explicado que efectivamente ha podido probarse en el juicio que no hubo ensañamiento y que han decidido retirar la atenuante que habían planteado de enajenación mental transitoria que «creíamos que si estaba, pero por el deber todos tratamos de buscar una resolución más justa para todos».

Muñoz Usano ha cuestionado ante el jurado qué le pudo pasar por la cabeza al acusado para cometer el crimen . Según este letrado, el acusado sufrió un «shock explosivo» porque como recogía el auto del juez instructor «sucumbió a la rabia«. Es decir, tuvo un »arrebato momentáneo que fue incapaz de controlar. Y aunque eso no lo justifica, lo explica«, ha recordado al tribunal la defensa del acusado.

El magistrado presidente de la Sala, Francisco de Paula Sánchez Zamorno ha anunciado que este miércoles hará entrega del objeto de veredicto a los miembros del jurado popular para que deliberen.