La coyuntura turística 2024: alegría de reservas y empuje de los congresos en Córdoba

Las previsiones para el primer trimestre de 2024 y la primavera son optimistas, anticipando un mayor dinamismo en las reservas hoteleras, de apartamentos y viviendas turísticas y el impulso de la demanda nacional e internacional, al menos si se cumplen, entre otras, las expectativas de moderación de la inflación, los costes hipotecarios y de financiación doméstica, la mejora del poder adquisitivo de las familias, el buen nivel de las reservas anticipadas para Semana Santa y la percepción de inseguridad en destinos competidores del Mediterráneo oriental y países árabes.

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J. Pino

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Los datos más recientes de ocupación hotelera de enero arrojan, en este sentido, un nuevo récord de viajeros en este mes de temporada baja, tanto en Córdoba como en el conjunto de la provincia, superándose los 65.000 y 78.000 viajeros respectivamente (el mejor dato de la última década), a lo que se suma el importante crecimiento del turismo estadounidense, que sólo ha sido superado por el italiano, también con una cifra récord de visitantes en lo que llevamos de la última década en este mes de enero. Sintomático resulta también el dato de viajeros en apartamentos turísticos, que también ha registrado un récord histórico (más de 6.000) hasta el punto de prácticamente duplicar los datos de enero de 2019.

Los diferentes subsectores de alojamiento turístico se han venido comportando, en cualquier caso, de manera diferente. La demanda en los establecimientos hoteleros en 2023 no consiguió alcanzar las cifras de turistas de 2019, experimentando una caída importante a nivel provincial de viajeros nacionales (-13,7%) y sobre todo extranjeros (-16,1%) respecto a dicho año, si bien creció respecto al ejercicio 2022.

La caída de la ocupación hotelera respecto a 2019 también afectó a la capital, pero fue bastante inferior, de manera que el número de viajeros sólo descendió un 4,9% respecto al año anterior a la pandemia. Los apartamentos y las viviendas con fines turísticos, por su parte, han visto crecer significativamente su oferta en más de un 20% respecto a 2022, por encima del crecimiento producido a nivel nacional y regional en ambos casos.

Esto ha ido acompañado de un importante aumento del número de viajeros en estos tipos de alojamiento, registrándose un crecimiento ciertamente espectacular en el caso de los apartamentos turísticos de la ciudad de Córdoba respecto a 2019 (un 69%), algo inferior en el conjunto de la provincia (un 30,9%). En Córdoba ciudad el último año ha significado un crecimiento superior al 22% en el número de viviendas turísticas disponibles, frente al 9% a nivel nacional, superándose las 1.700 viviendas comercializadas en su pico más alto y alcanzándose la cifra más elevada desde la disponibilidad de datos (agosto de 2020).

No obstante, el número de viviendas de uso turístico respecto al total o las existentes en función de la superficie de la ciudad y su población es muy inferior a la media de los principales destinos urbanos españoles y hay que considerar también que la importante extensión del conjunto histórico de Córdoba minimiza bastante el problema de la densidad de concentración de estos alojamiento que ya preocupa seriamente en los cascos históricos de Sevilla, Málaga o Granada.

Esta tendencia de los alquileres vacacionales viene fortaleciéndose en la última década a nivel nacional por mor de una demanda que busca un ambiente más espacioso y acogedor, de mayor intimidad, comodidad, seguridad y autonomía o por su mayor adecuación para algunos segmentos de demanda como el turismo familiar. Hay que considerar también que la inseguridad jurídica percibida por los propietarios de alquileres residenciales ante situaciones como el impago de alquileres, la 'inqui-ocupación' o las situaciones incívicas de inquilinos está originando, entre otras causas, una mayor preferencia por el alquiler turístico de temporada, aun cuando en Córdoba nos estamos acercando a una situación de sobreoferta que no va a asegurar una rentabilidad importante de este tipo de alojamientos individuales y que previsiblemente conducirá, por las mismas reglas de mercado, a una disminución o estabilización de su crecimiento.

Más aún ante las perspectivas a corto plazo de mayores exigencias para las propietarios en materia de legislación turística, licencias municipales de ocupación, control fiscal y autorizaciones varias como las de las comunidades de propietarios.

En el caso de los alojamientos rurales, el crecimiento de la demanda ha sido también muy positivo respecto a 2022 y años anteriores, pero en 2023 en el conjunto de la provincia no se alcanzaron los niveles de ocupación de 2019 y se experimentó una disminución de más de 11.000 viajeros rurales (-24,1%). Eso sí, contamos con la excepción del Parque Natural Subbéticas cordobesas, que el pasado año rebasó las cifras de 2019 en más de 2.000 viajeros rurales con un incremento porcentual del 15,4%, revelando así la consolidación de este destino, que sigue siendo la punta de lanza de estas modalidades.

Por último, hemos de destacar la buena evolución del subsector de la restauración turística como pieza fundamental de la economía cordobesa y en el que la de alto interés gastronómico sube peldaños en imagen, calidad, promoción, atención al cliente y reconocimientos. Aunque en 2023 el número de establecimientos ha vuelto a descender en un 3,2% (3.764 empresas) por encima de la media andaluza pero por debajo de la media española, en realidad esta situación ha afectado a bares y cafeterías de menor tamaño y facturación así como de gestión familiar, muy poco orientados al turismo y al poder adquisitivo medio-alto. No han podido afrontar los mayores costes financieros, de gestión de locales y de proveedores de productos.

La restauración de las principales zonas de afluencia turística ha continuado, sin embargo, con su recuperación gracias a la mayor ocupación y el aumento de la demanda interna y externa más cualificada, de la que, en definitiva, va a depender en buena parte su evolución en 2024.

Así las cosas, las expectativas para el corto plazo son favorables. No obstante, van a estar muy condicionadas por la evolución de la demanda europea, en particular. En este sentido, tras la sensible desaceleración del crecimiento del PIB mundial entre 2022 y 2023 —si bien con una notable heterogeneidad por regiones—, las proyecciones macroeconómicas del Eurosistema no prevén que pueda repuntar en 2024. Las perspectivas de evolución de los principales destinos emisores europeos hacia Córdoba son, pese a esas incertidumbres, generalmente positivas y podrían suponer la recuperación del turismo extranjero del 2019. Además del buen comportamiento del turismo italiano y estadounidense ya registrado en 2023, todo apunta a un crecimiento y recuperación de los británicos y alemanes, según los datos disponibles de los turoperadores, mientras que el turismo francés parece tender a moderar su crecimiento a tenor de la renta de las familias, la inflación y otros indicadores negativos en este país.

Sin duda alguna, el año 2023 ha traído consigo, por otra parte, una serie de hitos de particular trascendencia para el sector turístico cordobés a corto y medio plazo. En primer lugar, la finalización y puesta a punto de las obras de mejora y ampliación del histórico Palacio de Congresos de Córdoba en octubre de este año tras más de una década de vicisitudes y retrasos y una inversión de unos 11,5 millones por parte de la Junta de Andalucía. Se ha ampliado a 1.500 plazas totales entre el salón plenario y sus diversas salas. En segunda instancia, la inauguración en el mes de marzo del nuevo Centro de Ferias y Convenciones, que ha cerrado su primer año de actividad con más de 20.000 visitantes.

Además, la mejora de operatividad del aeropuerto de Córdoba para los vuelos comerciales tras las actuaciones realizadas, con un primer vuelo con destino europeo el 6 de diciembre de 2023, tras prácticamente 15 años de inactividad en esta oferta de vuelos y la también recuperación de los vuelos privados, chárters y de aerotaxi. También el comienzo de las obras de la Base Logística del Ejército de Tierra.

Córdoba, por tanto, mirando ya al 2024, va a iniciar una etapa de crecimiento y recuperación del turismo MICE (convenciones) en sus diferentes modalidades, y no sólo en el segmento de congresos y reuniones, tan resentido en las dos últimas décadas por el déficit de equipamientos, sino también en el de exposiciones e incentivos de empresas ligadas a las nuevas oportunidades empresariales en el ámbito de la logística, las nuevas tecnologías y sectores afines. Y al mismo tiempo, puede reforzar su imagen nacional e internacional y su posicionamiento en este segmento.

No obstante, hemos de ser cautelosos sobre la evolución futura en la medida de las asignaturas aún pendientes de resolver o impulsar como la mejora de la colaboración público-privada, la corrección de la estacionalidad, la ampliación de la estancia media y la mayor promoción de Córdoba en destinos nacionales y extranjeros emergentes para evitar la excesiva dependencia del turismo cordobés de sólo unos pocos destinos emisores europeos.

A pesar de que la gente quiere seguir viajando existen amenazas de carácter geopolítico, como los distintos conflictos en Europa y Oriente Medio, problemas de tipo económico como el aumento del precio de los combustibles, la inflación relativamente alta y la carestía de vida, que influirán, sin duda, en los comportamientos de los viajeros, y desde Córdoba es necesario profundizar en la planificación y promoción de la actividad turística para fortalecer la llamada 'resiliencia endógena' del sector frente a estos factores exógenos de origen nacional o internacional que pueden afectarle negativamente.