Córdoba, en el umbral del récord: 14 días con más de 40º en lo que va de agosto

Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), este octavo mes está dejando cifras que consolidan la tendencia de veranos cada vez más duros. De los 14 días con más de 40 grados, 11 fueron consecutivos, lo que refleja no solo la intensidad del calor, sino también su persistencia inusual. Esos 14 días igualan los registros de los agostos de 2003 y 2017, y que solo han sido superados en 2023, cuando se alcanzaron 15 días con máximas superiores a los 40 grados.

La temperatura media ha llegado en el periodo analizado a los 31,3ºC, cuando el valor normal para todo el mes no es superior a los 28ºC. Por su parte, la media de las máximas ha sido de 41,4ºC (frente a los 36,5 ºC habituales) y las mínimas han rondado los 21,1ºC, muy por encima de la media de 19,4ºC. Habrá que esperar a que finalice el mes para comprobar cómo quedan estos registros, ya que, según las previsiones meteorológicas, el mercurio se mantendrá en valores menos extremos lo que resta de agosto.

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Así lo señala el delegado de la Aemet en Andalucía, Juan de Dios del Pino, quien resalta que «con toda probabilidad, las temperaturas de agosto quedarán por encima de la media, ya que hemos tenido muchos días con una anomalías positivas»

Volviendo al análisis de la primera quincena, el día más caluroso fue el 17 de agosto, con 43,9 grados, a las 17.00 horas en la estación meteorológica del aeropuerto. Hasta ese momento, el tope del verano lo marcó la jornada del 12 de agosto, cuando el mercurio se detuvo en los 43,6 grados.

En lo que respecta a las temperatuars mínimas, estos primeros días de mes ha costado dormir y mucho. La madrugada más sofocante llegó el 5 de agosto, cuando no se bajó de 26,2ºC. En total, ya se han registrado 15 noches tropicales (por encima de 20ºC), con una racha de 11 consecutivas.

En términos meteorológicos, una noche tropical se da cuando la temperatura mínima no baja de los 20 grados Celsius entre la puesta de sol y el amanecer. Afectan negativamente al descanso, principalmente porque dificultan la termorregulación del cuerpo, que necesita bajar su temperatura central para inducir el sueño. Además, interrumpen el sueño profundo, especialmente la fase REM, que es clave para la recuperación mental.

Este episodio ha coincidido con una persistente ola de calor que, si bien no ha sido la más larga registrada en la historia del país, sí que se ha coronado como una de las más intensas y prolongadas de los últimos años.

Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), se ha prolongado durante 16 días, lo que la sitúa como la tercera de mayor duración desde 1961, año en que comenzaron los registros oficiales. Comparte esta posición con otros episodios similares registrados en 2003 y en el verano de 2022.

Eso sí, la más larga se registró en junio y julio de 2015, cuando duró 26 días; le sigue la de julio de 2022 (18 días), una tendencia que persiste desde hace unos años.

«En Córdoba el fenómeno no se debilitó en su inicio, como sí pasó en otras zonas por los vientos de Poniente», apunta Del Pino, que alerta, además, de que «desde 1975, cada década aumenta un día más de ola de calor. Si nos fijamos en datos más recientes, desde el año 2000, suma un día más cada tres años», alerta Del Pino.

La intensa subida del mercurio no ha sido fruto del azar. Detrás de las temperaturas extremas, que han superado ampliamente los 40 grados se encuentra un patrón meteorológico bien conocido pero cada vez más frecuente: la combinación de una dorsal africana muy activa y un anticiclón robusto y persistente en la Península.

Según la Aemet, el fenómeno se ha originado por una potente advección de aire cálido procedente del norte de África, que se ha asentado durante más de dos semanas sobre buena parte del país. Esta masa de aire extremadamente cálida y seca ha quedado encajonada por un bloqueo anticiclónico situado sobre el suroeste de Europa, que ha impedido la entrada de frentes atlánticos y ha reforzado la estabilidad atmosférica.

A esta configuración se ha sumado otro elemento clave: la persistencia temporal del episodio. La dorsal subtropical no solo ha traído consigo temperaturas diurnas muy elevadas, sino que también ha dificultado la disipación del calor nocturno, lo que ha provocado, como ya se ha citado, un gran número de noches tropicales e incluso ecuatoriales, con mínimas por encima de los 25 grados en muchas localidades.

En la provincia, los registros meteorológicos han sido más extremos aún que en la capital. Las localidades de Montoro y La Rambla llegaron el domingo 17 de agosto temperaturas disparadas, con 45,2 grados en ambos municipios, pulverizando los termómetros en un fin de semana que obligó a la Aemet activar la alerta roja.

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Pese a las temperaturas extremas de este agosto, el episodio no ha conseguido superar el récord histórico de calor en Córdoba. Ese máximo sigue vigente desde el 14 de julio de 2021, cuando La Rambla alcanzó los 47,6 grados y el aeropuerto de Córdoba marcó 46,9. Son, hasta la fecha, las cifras más altas jamás registradas no solo en la provincia, sino en toda Andalucía.

Para lo que resta de mes, la bajada generalizada de las temperaturas desde el martes se mantendrá e irá a más, según vaticina la Aemet. En este sentido, las máximas se quedarán en torno a los 37 grados hasta este mismo sábado, cuando comenzarán a descender. De cara al domingo se espera que el mercurio no sobrepase los 32 grados en la capital. En lo que respecta a las mínimas, oscilarán entre los 16 del próximo lunes y los 19 de este sábado.