fútbol
Córdoba enloquece con la llegada de la selección de fútbol: «¡España! ¡España!»
Centenares de aficionados se congregan en el hotel Córdoba Center para recibir a los jugadores de la Roja
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La pasión por la selección española se ha desatado este lunes por la tarde en la explanada del hotel Córdoba Center. Sus puertas, han presentado un concurrido aspecto. La gente agolpada en la valla ha conformado un público salpicado de camisetas de la ... seleccion, banderas de España, carteles pidiendo firmas -alguna osada incluso directamente le solicitaba la zamarra a Pedri-, libretas buscando la anhelada rúbrica de una de estas estrellas....
Ha dado igual que amenazara la lluvia o que a la lista de convocados le haya entrado muy feo al tobillo la plaga de las lesiones, desdibujándola respecto a los que nos volvieron a hacer tocar el cielo este verano ganando la Euro.
El espectacular recibimiento de Córdoba a la selección
La explanada del Córdoba Center presentó un concurrido aspecto para recibir a la Roja
A los seguidores de la Roja no les iba a derrotar ni una cosa ni otra. Bueno, algún amago ha habido de que hubieran tenido que entrar los servicios médicos de la selección. Uno de los niños se dejaba ecuchar. «Se me ha dormido una pierna, tío», le ha dicho a uno de sus acompañantes. Es lo que tiene encimar una valla en busca del autógrafo imposible de tu ídolo.
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La selección ha llegado en avión desde Madrid y ha arribado a este cuatro estrellas pasadas las siete de la tarde. Al bajarse del autobús oficial, se ha desatado la locura.
Gritos de «¡España! ¡España!». Voces reclamando a las caras más conocidas. Y buen detalle de internacionales de peso como Laporte, Pedri, Morata o Cucurella, parándose con unas personas con discapacidad que han estado en la puerta del hotel. Hay que ser grande dentro y fuera del campo.
Para saber si los jugadores se pararon en la valla de seguridad que estaba frente al hotel -donde se concentraban los hinchas-, algunos periodistas han tenido que pedir el VAR, porque les ha dejado fuera de juego la visión el imponente autobús de la selección. Las cámaras de otros compañeros han mostrado que efectivamente ha habido jugadores que se han detenido, haciendo las delicias de los que esta noche dormirán con el autógrafo de su ídolo en la mesita de noche.
Hubo otros que tuvieron menos suerte. Un señor bramó: «¡Bryan! [Zaragoza]». Lo hizo con la misma fuerza con la que se hubiera dirigido Camacho, de seguir de seleccionador, desde la banda al futbolista de Osasuna. No ha habido más. Una madre dio el pitido final cuando le dijo a su pequeño que se iban ya de la explanda del hotel: «Ellos [por los seleccionados] se tienen que ir a descansar»
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