Rubén Baraja, primera opción para suplir al destituido Luis Carrión en el banquillo del Córdoba CF

Ahora mismo la opción preferente del Córdoba CF para hacerse con las riendas del vestuario cordobesista es Rubén Baraja . Los contactos se iniciaron hace semanas. La goleada por 1-5 ante el Nástic reactivó el domingo por la noche los planes para el recambio de Carrión. Baraja es la prioridad. En Segunda, ha dirigido al Elche y al Rayo Vallecano. Se ha convertido en el «Míchel de Segunda». Cada club que despide a un técnico, suena para ocupar el banquillo. Por eso, tiene margen para pensarse la respuesta. Lo meditó el lunes y debe decidirse este martes.

Quien ha tenido contactos en las últimas semanas con el Córdoba es Juan Merino . Así lo reconocen a ABC sus representantes, Promoesport Andalucía. El club lo sondeó tras los trompazos en Barcelona o Valladolid. Ayer esperaban una llamada del Córdoba, aunque eran conscientes de que Merino no era la primera opción del club cordobesista. El técnico de La Línea de la Concepción desea venir al Córdoba, pero no tenía intención de esperar eternamente a que Baraja dé el sí o no al conjunto blanquiverde para entrar en escena.

Luis Carrión no dirigió el lunes el entrenamiento del Córdoba tras la humillante derrota blanquiverde del domingo ante el Nástic (1-5), la peor de la historia del club como local en Segunda (32 temporadas de 63 años). El segundo entrenador, Vicente Fuensalida, y el preparador físico, Cristóbal Fuentes, fueron los encargados de la sesión de recuperación del equipo. En ella hubo varias ausencias: Sergi Guardiola, Jaime Romero, Joao y Markovic.

El catalán conocía la decisión del máximo accionista desde la misma noche dominical. De hecho, hubo abrazos de Carrión con los jugadores con claro sabor a despedida tras la goleada. Pese a ello, el preparador catalán pasó ayer por la mañana por las oficinas del club justo antes de que comenzara la sesión de entrenamiento, sobre las 10.20 horas. Diez minutos antes también había entrado en el estadio el presidente, Alejandro González . El presidente le certificó lo que ya sabía, que era destituido. El preparador se despidió de la plantilla. El club no lo hizo oficial, pero no hizo falta. Unos minutos antes de las 11.00 horas salió de las oficinas con sus enseres personales y sin poner trabas al acuerdo para finiquitar el año y medio de contrato.