El puzzle de frentes abiertos en el Córdoba CF después de dos meses sin competir por el Covid-19

El horizonte no es, precisamente, de optimismo. El miércoles, la Federación Española de Fútbol (RFEF) tiene en la agenda una reunión con los responsables de todas las federaciones autonómicas. Éstas serán las encargadas de trasladarle la opinión de los clubes sobre la forma de terminar la temporada en Segunda B , Tercera, el fútbol femenino y el resto de categorías no profesionales. El viernes está previsto que el presidente Luis Rubiales anuncie la decisión final.

La propuesta de la Española era dar por terminada la liga regular (nadie lo cuestiona), que no se produzcan descensos de categoría (también hay un amplio consenso en acatarlo) y jugar un play off exprés de los cuatro primeros clasificados en sede fija y con eliminatorias a partido único para determinar los ascensos. Este punto presenta muchas fricciones. Hay clubes que reclaman que directamente asciendan a Segunda y Segunda B los clubes que ocupan la primera plaza de su grupo actualmente, cuando no se han disputado las diez jornadas finales de competición.

Otros que defienden la idea federativa de que jueguen la promoción los cuatro primeros. Y algunos, como el Córdoba CF , que reclaman que, como no se acabó la liga regular, ese play off deberían jugarlo los ocho primeros clasificados. La solución llegará el viernes. Gana peso la vía de que pudieran subir los primeros sin que se juegue más este curso.

El Córdoba CF es un club acostumbrado a las contradicciones a lo largo de sus 65 años de historia. La última viene por su resistencia a realizar un ERTE en sus empleados y su plantilla de jugadores y técnicos. Los dirigentes sostuvieron pública y reiteradamente que no tenían intención de realizar un expediente de suspensión de los contratos. Finalmente, lo hicieron. Realmente fueron dos ERTE, uno de Unión Futbolística Cordobesa y otro del Córdoba CF SAD , las dos empresas que ahora mismo conviven en la gestión del club desde la venta de la unidad productiva en diciembre.

El anuncio del recorte salarial a sus empleados y futbolistas se produjo un día después de que el Córdoba donara 50.000 euros al Ayuntamiento para ayudar a las personas más necesitadas de la ciudad . Unos días después despidió al director deportivo blanquiverde, Alfonso Serrano, que no aceptó la oferta para pactar su salida.

Los jugadores y el cuerpo técnico del primer equipo y la dirección deportiva han visto recortados sus salarios entre un 25 y un 50 por ciento, como adelantó ayer ABC las condiciones económicas del ERTE en la plantilla. Los empleados tendrían la posibilidad de recuperar la totalidad de sus ingresos, pero depende de que se produzca el ascenso a Segunda.

El Gobierno, por orden ministerial publicada este domingo en el BOE, permite desde hoy ejercitarse a los deportistas federados de forma individual en su municipio. Pero, el club, por ahora, mantiene la decisión de que no haya entrenamientos .

Ya no la realizará Serrano, como venía trabajando desde febrero. El secretario técnico, Jorge Rodríguez de Cózar , previsiblemente tampoco estará. En los próximos días podría alcanzarse un acuerdo para su desvinculación. En cualquier caso, el peso de la planificación de lo que queda de curso y del siguiente lo asumirán el trío técnicos que fichó Infinity en enero tras su desembarco en el club. Miguel Valenzuela es la cabeza institucional y asesor del consejo del nuevo organigrama deportivo. Juan Gutiérrez «Juanito» asume, tras la salida de Serrano, el control de la dirección deportiva y la unión entre la plantilla y las oficinas del club. Por último, David Ortega servirá de apoyo a todo el área deportiva.

El problema es que todavía hay muchas incógnitas por solventar. La fundamental es si se acaba la temporada jugando o no. Además, si el Córdoba está entre los elegidos para disputar el play off o no, en el caso hipotético de que se decida jugar. En el supuesto de volver a la competición también se abriría la incertidumbre de en qué categoría jugará el equipo el próximo curso: Segunda, Segunda Pro (si se creara) o Segunda B. Con estas premisas, los rectores deportivos supervisan el mercado de Segunda y Segunda B, pero con unas limitaciones notables. En estas condiciones es imposible buscar acuerdos para el horizonte futuro. Las previsiones de plantilla, presupuesto, gastos o ingresos de marzo ya no sirven para nada. Tendría que adaptarlo cuando se conozca qué sucede con el fútbol en Segunda B.

La otra decisión que ha tomado el Córdoba CF es quién será el entrenador de la próxima temporada. Juan Sabas llegó en la misma semana que se aplazó la competición, por lo que no ha llegado a debutar en un partido en el banquillo blanquiverde. Apenas tuvo tiempo para dirigir tres entrenamientos antes de que también quedarán suspendidos el pasado 13 de marzo. El club ya tiene decidido desde hace una semana que el preparador madrileño será el encargado de llevar las riendas del equipo el próximo curso siempre que la campaña no se reanude.

Sabas, con experiencia en el ascenso del Extremadura a Segunda, llevaría el timón de la plantilla blanquiverde con el objetivo de recuperar la categoría perdida en el segundo intento si el play off no se disputa o no lo hace con ocho equipos como ha pedido la entidad cordobesista. Sabas ha sido el tercer entrenador de este curso en El Arcángel. Enrique Martín comenzó la temporada y estuvo al frente nueve partidos. Raúl Agné completó justo una vuelta, 19 partidos. Precisamente, el aragonés fue destituido en el último partido, tras la derrota frente al Cartagena.

La FEF «concedió» un plazo de transición en el que permite que Unión Futbolística Cordobesa (UFC) , sociedad de Infinity Capital WLL que adquirió la unidad productiva del club cordobesista, tenga el control de un club que participa en Segunda B. Realmente, es el Córdoba CF SAD quien sigue compitiendo en la división de bronce a efectos federativos, aunque el propietario sea otra sociedad. Esta «licencia» tiene fecha de caducidad el 30 de junio, según los administradores judiciales y los dirigentes del club.

El nuevo escenario pone también en modo incógnita ese límite temporal. Los juristas entienden que si la competición de la temporada 2019-20 se demorase más allá de esa fecha, el equipo no tendría problema en continuar competiendo sin que se produzca el traspaso de poder federativo del Córdoba CF de la antigua SAD a UFC. Es sólo una interpretación. La Federación, en respuesta a ABC, sostuvo que esa decisión de qué pasará con la entidad blanquiverde no se ha tomado. Incluso, si el contador de la próxima temporada, como prevé incluso el ERTE cordobesista, comienza el 1 de julio, como habitualmente, está por ver si los plazos judiciales, como creían antes de la pandemia , permiten que la decisión de autorizar la venta de la unidad productiva sea firme. De lo contrario, la FEF ya ha señalado en múltiples ocasiones que no autorizará al Córdoba a jugar en la misma categoría en la que esté, sino que UFC debería empezar de cero.

Los contratos de ocho jugadores con el Córdoba CF, por cesión o finalización contractual, acaban el 30 de junio . Las decisiones del fútbol internacional favorecen que no haya problemas en el caso de traspasar esta línea, aunque las relaciones laborales sí necesitarían de una renovación, según los laboralistas.

Este sábado también se cumplen seis meses desde que el Córdoba CF está bajo intervención judicial del Juzgado de Instrucción número 5 de Córdoba. La administración judicial la siguen ejerciendo Javier Bernabéu y Francisco Estepa. Dentro dos semanas se cumplirá, igualmente, medio año desde que el club está bajo concurso de acreedores, con Estepa como administrador concursal. Una de las decisiones más importantes que han tomado durante el estado de alarma ha sido la autorización del ERTE del club. Esta situación excepcional provocó que los gestores judiciales aplazaran la entrega del informe mensual del pasado 9 de abril.

Mientras, lo más destacado de la batalla judicial será que los plazos de las actuaciones que estaban en trámite cuando se decretó la alarma comenzarán a contar desde cero cuando se salga de ella, después de las medidas adoptadas por el Gobierno para evitar el posible colapso de los juzgados cuando se retome la plena actividad con la nueva normalidad.

Los frentes siguen siendo los mismos: la lucha por la propiedad entre Jesús León y Carlos González; las investigaciones penales a ambos en el Instrucción 5 y 3, respectivamente; los recursos a la autorización de la venta de la unidad productiva; las alegaciones al nombramientos de los administradores; o la designación del juez en sustitución del recusado Fuentes.