Óscar Ibáñez: «El equipo cree en la idea de Germán Crespo y eso nos da muchísimo cada domingo»

—Lleva junto a Germán Crespo prácticamente desde sus inicios.

—Son seis años con él. Empezamos juntos en Huétor Tajar, seguimos en Jaén y luego la aventura en Gibraltar con el Lincoln. El año que vino al filial no pude estar con él, pero después regresé cuando llegó al primer equipo.

—Se han curtido desde abajo.

—Nos hemos formado en campos de Tercera, en todo tipo de estadios y ahora es una satisfacción estar en Riazor o en Santo Domingo. Es el fruto al trabajo que hemos hecho.

—¿Cómo es Germán Crespo en el trabajo, en el día a día?

—Le gusta llevarlo todo controlado, súper profesional y quiere que salga todo como lo tiene previsto. Es un entrenador que te exige en el trabajo, porque quiere que todos demos lo mejor de nosotros igual que los jugadores.

—Antes de cruzarse con Crespo, ¿qué hacía Óscar Ibáñez?

—Estudiaba la carrera de Magisterio en Educación Física y estaba cursando el nivel 2 de entrenador, aunque también echaba una mano esporádicamente en el negocio de mi padre.

—¿Cómo llega al fútbol?

—Como no era un futbolista bueno, siempre tenía ese gusanillo por el fútbol. Era un loco, como ahora, del fútbol. Me veía todos los partidos y todas las ligas. Cuando me salió la oportunidad de vivirlo desde dentro, me ha enganchado mucho más. Es algo que me apasiona. Levantarte cada mañana y hacer lo que te gusta y es tu sueño, es una pasada.

—Se valora más cuando se viene desde abajo, ¿no cree?

—Sí, y también lo intento disfrutar más. Lo hablo con mi entorno. Cuando vengo a trabajar y salgo del estadio siempre me digo 'ojalá esto nunca me falte'. Cuando entro por cocheras y veo el estadio en los partidos siempre me digo que 'esto es lo que todo el mundo quisiera, tengo que aprovecharlo y valorarlo para que no me falte'.

—¿Qué hace un segundo entrenador?

—Hago, principalmente, el informe individual de cada jugador del rival y se lo pasamos a nuestros futbolistas para que tengan el conocimiento de lo que repiten. También hago el informe individual de nuestros jugadores en ataque. Igualmente, preparo cortes puntuales de errores que hemos tenido. Generalmente, el viernes y el sábado es cuando hablo con los jugadores en el vestuario. Son mínimos detalles que tenerlos controlados te pueden dar puntos. El día del partido, me encargo de las ABP (acciones a balón parado) que se tienen que hacer en ataque y en defensa.

—¿Se mantiene esa cercanía del segundo entrenador con los jugadores?

—Sí, yo la mantengo. Aquí, el preparador físico, Álex Prieto, también tiene esa cercanía con los futbolistas. Es fundamental para que los jugadores se desahoguen, se suelten y tengan un enlace con el cuerpo técnico.

—¿Germán Crespo escucha, acepta los consejos, admite errores?

—Germán siempre escucha. Él se da cuenta de las cosas y sabe cuándo se ha equivocado, igual que cuando ha acertado. Lo lleva bastante bien porque ni saca pecho cuando acierta ni se hunde cuando se ha equivocado. Germán es fiel a su idea, a lo que él cree y con eso va a ir a muerte.

—Es fundamental eso, mantener una línea clara.

—A los jugadores y a nosotros nos facilita mucho el trabajo saber lo que quiere y tener una línea clara. Tener esa línea recta de saber qué hacer en cada situación nos da muchísimo.

—Decía Juanito que acertar el once es como echar la quiniela. ¿A usted se lo dice?

—(sonríe) Nunca me ha dicho voy a alinear a este jugador desde que empecé con él. Nunca dice el once a nadie. Muchas veces nos comenta que no se lo dice ni a su mujer. Nosotros durante la semana comentamos quién ha estado bien, pero luego él es el que decide qué va a hacer.

—El Córdoba es líder. ¿Esperaba un inicio tan bueno o le sorprende?

—Si nos dicen cuando ascendimos que a estas alturas íbamos a estar líderes, es algo que no nos íbamos a creer. La realidad es que las cosas se están haciendo bien, que el equipo cree en la idea que tiene Germán y eso nos está dando mucho los domingos. Ahora tenemos que seguir trabajando para seguir primeros, mantener esa distancia y que cada domingo tengamos 18.000 espectadores.

—¿Creen que ha llegado el momento de cambiar el objetivo y pelear por el ascenso directo?

—Creo que hay que ir con calma y con cautela. Lo que nos ha traído aquí ha sido tener los pies en el suelo y no creer que por ser el Córdoba vamos a subir directos. El objetivo es el mismo que nos marcamos, el play off. Si el 28 de mayo somos líderes, pues lo celebraremos todo el mundo.

—Llevan dos años un nivel prácticamente irrepetible.

—No creía que pudiera salir tan bien. Siempre decimos que ya vendrá la racha mala, que hay que estar preparados para la racha mala, pero, de momento, no llega y que siga así. No te crees que desde que estamos aquí en Córdoba hemos perdido el día del Villanovense, el día del Sanse y ahora ante el Alcorcón. Es una locura perder sólo tres partidos en un año y medio.

—¿Cuáles son las claves del éxito del Córdoba de Crespo?

—El trabajo día a día. La humildad de donde venimos, que nos hace ser los mismos estemos donde estemos y nos aporta hambre y ganas. El vestuario que hay, pero no sólo por la calidad de los jugadores, sino por los médicos, fisios, utilleros y cuerpo técnico, que todos aportamos nuestro granito de arena a que vaya como va.

—Llega el Mérida. ¿Deben demostrar que Alcorcón fue un borrón?

—El objetivo es acabar el año como lo empezamos, con victoria. Seguir con esa buena dinámica y que el tropiezo se quede en el olvido.

—¿Quién cree que será el rival del Córdoba por el ascenso directo?

—Creo que puede pelear por la primera posición el Alcorcón por plantilla, de donde viene y por lo que vemos cómo compite. El Deportivo va a pelear por engancharse, pero el rival que estará sí o sí es el Alcorcón.

—Los seis primeros están muy distanciados, ¿se jugarán los cinco del play off o se enganchará alguien?

—Creo que los de abajo van a empezar a robar puntos a los de arriba y que seguro alguno más se va a enganchar. La Cultural creo que puede hacerlo, el Sanse es muy regular y saca puntos fuera y el Fuenlabrada tiene que llegar por plantilla.

—Le parece más complicado el Grupo 1 que el segundo.

—Es una buena pregunta. Ya nos la planteamos en verano y preferíamos el Grupo 1. No veíamos una competencia económica tan fuerte.

—¿Qué ha pedido el cuerpo técnico de fichajes para enero?

—(ríe) Esa pregunta es para el míster y para la dirección deportiva, que son los que se encargan de eso.

—Pero, cualquier plantilla, incluso la del Córdoba, es mejorable.

—He visto a González Calvo y Juanito decir que no van a firmar por firmar. Este año si hay algo que interesa como pasó el año pasado con Gudelj, seguro que vendrá.

—¿Hay Gudelj dependencia? Tres partidos y tres derrotas.

—Ese dato está ahí y lo hemos hablado entre nosotros, pero no creo que la haya. Pienso que es casualidad y esperemos que este sábado con el Mérida se rompa esa estadística.

—¿Cómo está Ekaitz Jiménez después de nueve meses sin jugar?

—Lo lleva bastante bien, porque es muy alegre. Siempre ha venido a entrenar con alegría. Ahora que va pisando césped y ve que está mejorando, está loco por volver.

—¿Repiten en Las Tendillas en mayo o junio?

—Espero que sí. Si no se diera ese ascenso, lo volveremos a intentar el año que viene.