La nueva etapa del Córdoba CF echa a andar ante el Alcorcón

La sombra de no alcanzar el play off de ascenso, el objetivo principal de la temporada, acecha sobre la plantilla que ha vivido una semana de cambio de escenario. Ganar al conjunto alfarero implica una dosis extra de moral para afrontar los siete últimos partidos con algo más de optimismo.

Si nos basamos en los resultados cosechados por el Córdoba en las últimas jornadas, el equipo llega en una dinámica pésima. Encadena dos derrotas consecutivas a domicilio ante Pontevedra y Linares y deja un terrible balance de 11 puntos de los últimos 45. Sólo han ganado un partido de la segunda vuelta.

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Afortunadamente, los rivales directos de la zona de arriba también están pinchando y eso, junto al colchón de puntos de la primera vuelta, ha permitido que el Córdoba no se mantenga alejado de la zona de play off de ascenso. La recta final de temporada está siendo un quebradero de cabeza para el cuadro blanquiverde que necesita recuperar la dinámica positiva.

Tras la derrota del Celta B ante el Real Madrid Castilla (3-0), el Córdoba se mantiene a cinco puntos de los gallegos, con un partido menos. Si consigue ganar ante el Alcorcón, dependería de sí mismo de aquí a final de temporada para poder conseguir el objetivo.

El Córdoba llega tras cesar a Germán Crespo el pasado lunes. El club anunció la incorporación de Manuel Mosquera que firma hasta final de temporada, por los ocho partidos que quedan. Por tanto, la reacción de la plantilla es una incógnita de cara al primer duelo con el nuevo entrenador al mando.

Se trata de un técnico con carácter motivador, que se centra mucho en la persona. Esto es lo que busca la dirección deportiva, desbloquear mentalmente a los jugadores antes de que el barco termine de hundirse completamente. El cambio de entrenador no sorprendió al cordobesismo pero sí el tiempo que han tardado en hacerlo efectivo. El tiempo dirá si la decisión fue acertada o si tuvo que llegar antes.

Mosquera lleva con sus nuevos jugadores apenas una semana y aseguró en sala de prensa que va a introducir conceptos claros y concisos. Lo que sí tiene claro es su sistema de juego que será un 4-4-2. Su once lo tiene claro, pero para la afición es un misterio. Ateniéndose al estado de forma y el nivel de sus jugadores todo parece indicar que Carlos Marín será el que ocupe la portería.

En defensa, línea de cuatro formado por Jorge Moreno y Alberto Jiménez como pareja en el eje de la zaga. En los laterales, Carlos Puga podría ocupar la banda derecha mientras que Calderón puede situarse en la izquierda aunque Ekaitz Jiménez está preparado para dar el relevo al sevillano que llega agotado físicamente.

En el centro del campo, Mosquera puede emplear a Caballero y Diarra para darle músculo a la medular y no sufrir en las transiciones de un rival muy peligroso, con jugadores de calidad. En los extremos, Simo y Carracedo pueden partir como titulares dado que han sido los más habituales en la etapa de Germán Crespo.

En la delantera, Mosquera suele apostar por dos puntas, uno más estático y otro más móvil. Willy arriba y Kike Márquez como segundo punta puede ser una opción factible para el Córdoba dado que conoce a la perfección a esos jugadores por su pasado en el Extremadura.

El Córdoba tendrá en frente a un líder que no suelta el acelerador. Mira de reojo como aprietan los rivales, pero se mantiene ahí. No es invencible pues ha conseguido 8 puntos de los últimos 15. Para el cuadro de Fran Fernández, el duelo ante el Córdoba es vital para poder seguir estando en la primera plaza que da derecho al ascenso directo.

El encuentro entre el Córdoba y el Alcorcón tiene todos los ingredientes para ser un partido de altura, con aroma a Segunda División. El partido de ida se lo llevaron con solvencia los madrileños, pero el Córdoba necesita tres puntos que le permitan soñar con poder alcanzar el play off de ascenso, el principal objetivo de la temporada.