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juicio

Jesús León se defiende ante el tribunal por el 'caso saqueo del Córdoba CF': «La adenda es real y no hay duda»

El expresidente sostiene que en las salidas de dinero del club operaba «con el criterio de caja única» de sus empresas y que «no había que documentar cada movimiento»

El ex director financiero se exculpa: «Sólo era administrativo; no me he apropiado de nada»

Jesús León en su intervención ante el juez por el Caso Saqueo del Córdoba CF SAD Valerio Merino
Javier Gómez

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El expresidente del Córdoba CF SAD Jesús León ha defendido que «no hizo nada malo» en su gestión al frente del club en su declaración durante más de dos horas en la duodécima sesión del juicio del caso saqueo de la entidad blanquiverde, en el que es el principal acusado de la causa y por la que la Fiscalía le solicita 9 años y medio de prisión por la posible comisión de cuatro delitos (apropiación indebida, administración desleal, falsedad documental y blanqueo de capitales).

León, sobre la salida del millón de euros del club a sus empresas por la supuesta adenda de indemnización por la no realización de la Ciudad Deportiva, ha sostenido ante la Sección 2ª de la Audiencia Provincial de Córdoba que «la adenda es real y no hay duda».

En este sentido, ha repetido que la recibió «por correo electrónico» a través de Andrés Delgado, aunque éste declaró lo contrario recientemente como testigo. Igualmente, ha explicado que tardó tanto en reclamarla y cobrarla (desde 2014 hasta 2019) porque lo hizo «cuando lo vi oportuno y lo necesitaba».

Igualmente, León se ha pronunciado sobre los préstamos que el Córdoba, en situación de dificultad económica, realizó a varias de sus empresas. En este caso, ha insistido en la teoría de su defensa de que en su grupo de sociedades «funcionaba con el criterio de caja única», por lo que entendía que podía haber movimiento de entrada y salida de dinero entre ellas en los que «no había que documentar cada movimiento».

Cuestionado por qué se documentaron luego como préstamos esas salidas de dinero del club a sus otras empresas, León ha justificado que «se hizo a posteriori» a petición de la contable del Córdoba, pero ha reiterado que «no tenía obligación de hacerlo».

León ha explicado también su versión sobre los contratos de servicios de ayuda a la gestión que prestaban sus empresas al Córdoba, conocidos como los honorarios del presidente. El fiscal ha señalado en su interrogatorio la contrariedad de que tuviera amplias facultades como presidente del club a la vez que sus empresas prestaban, a su juicio, las mismas funciones y cobraban por ello.

Sobre la remuneración, primero de 500.000 euros y después de 400.000 más los cambios de empresas que prestaban los servicios en apenas dos días, León justificó que lo hizo así por «recomendación de Tebas». Igualmente, aseguró que cambió las cantidades para «poner el precio de transferencia del contrato de Carlos González de 1 de julio de 2017».

Del destino del dinero del Córdoba a varias empresas de sus hermanos, I.L. y J.M.L, ambos acusados también (el segundo hasta este momento), ha señalado que «todo el dinero que ha salido del Córdoba por este capítulo ha vuelto al Córdoba CF», a la vez que ha añadido el circuito del mismo: «Le pido el favor a mi hermano, él lo saca del banco en efectivo, lo entrega a Teo Brea y él se lo entrega a los jugadores. A los jugadores de más caché solo». Igualmente, ha justificado que «eran pago en efectivo, no en B ni en negro, que tiene una connotación fea».

Por último, ha señalado que su esposa no tomó ninguna decisión ni se quedó con ningún euro del Córdoba. Sobre los pagos del club por el arrendamiento de su vivienda, aseguró que se hizo «como parte del abono a Aglomerados» por los servicios prestados al presidente.

Otras reacciones

El expresidente, durante su declaración dejó, otras frases lapidarias, alguna sin relación con la acusación. Entre ellas, reconoció que «me arrepiento de haber comprado el Córdoba», y que «no hay nadie que pueda dudar de la dedicación que hice al club». De hecho, señaló que ha sentido que «pasé de ser un dios a ser el diablo».

Del mismo modo, ha adminitido que su empresa Aglomerados solo pagó «cinco millones» de los 9,5 que costaba la compra del club y que está condenado por un juzgado de Madrid «a abonar los 4,5 millones restantes».

En defensa de supuestamente su honor, el montoreño añadió que «de todos los que me prestaron (para comprar el club), sólo uno me ha reclamado penalmente, el resto ninguno», en referencia a la reclamación de García Amado y su socio Pepe Mesas.

Incluso llegó a justificar «como gastos familiares» una serie de pagos con su tarjeta de crédito personal por 31.000 euros de los que, según su versión, el club sólo le devolvió «26.000».

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