El Córdoba CF llega al póker de victorias (2-0) ante el Rayo Majadahonda

Si el foco podía estar puesto en si Germán Crespo le daba la titularidad o no a Simo Bouzaidi después de su detención por la Policía el lunes, el técnico disimuló muy bien cualquier decisión individual al respecto con una revolución tremenda en el once titular blanquiverde. No jugó el hispano marroquí. Pero no fue lo más sorprendente. Cayeron hasta dos intocables de los que lo habían jugado todo: Jorge Moreno y Diarra. No fueron los únicos. El preparador granadino introdujo hasta seis cambios en la alineación. Más de la mitad del equipo.vv Puga, José Cruz, Flores, Bernal, Cedric y De las Cuevas fueron las caras nuevas.

El inicio del partido se retrasó tres minutos mientras atendían a un aficionado en el Fondo Norte. Afortunadamente, nada que ver con lo que sucedió en Cádiz hace una semana, aunque también acabó bien. No mermó la puesta en escena del equipo blanquiverde. De hecho, salió desatado. Hizo un primer cuarto de hora arrollador: le anularon un gol, dio un poste y marcó el primero.

A los tres minutos, el Córdoba CF ya había marcado. Willy, en dos remates, batía la portería del Rayo, pero el árbitro anuló el gol por un fuera de juego dudoso. Los de Crespo daba una lección de recuperación del balón en campo contrario y de llegada por bandas, con un Carracedo descomunal. Cedric dio el siguiente aviso al cabecear un saque de esquina (min. 10). Ya no hubo más fogueo. El Córdoba sacó la metralleta.

El vendaval lo rubricó un sensacional pase en profundidad de Javi Flores que dejó solo a Willy mano a mano con el portero visitante. El extremeño no perdonó. Marcó con un golpeo arriba el 1-0 (min. 11). El Arcángel disfrutaba. Había motivos. Como siempre, el Córdoba CF no se paró ni conformó con el primero.

Siguió acelerando de la mano de un Carracedo imparable. El extremo se encontró con el poste (min. 14) para evitar el segundo. El Rayo Majadahonda estaba literalmente desbordado. Hasta el central José Cruz pudo ampliar la renta con un cabezazo tras un córner que Fernández sacó en la línea (min. 21).

El Córdoba CF desaceleró la potencia que había tenido hasta el ecuador de la primera mitad, pero la imagen de notable superioridad era impresionante. El rival parecía un muñeco en sus manos. Lo único raro era el resultado, muy corto para los méritos de los cordobesistas. Al Rayo Majadahonda no le quedó más remedio que aguantar como podía para seguir vivo en el partido. Un duelo en el que se llegó al descanso sin conocer el color de la equipación de Carlos Marín. Ni un sólo tiro a puerta de los visitantes. Sólo un centro pasado quizás pasó por el área blanquiverde. Nada más.

El Córdoba CF se fue al vestuario con la sensación de que podía haber matado el partido por juego y ocasiones, pero no lo había hecho. José Cruz incluso reclamó un posible penalti por mano de un defensor que el árbitro no vio (min. 43).

En el segundo acto, el Córdoba CF no bajó la guardia, pero Carlos Marín tuvo que intervenir por primera vez por fuego amigo. Un saque de banda que un cordobesista tocó hacia la portería y el meta tuvo que ir abajo (min. 49). Pese a todo, el partido se jugaba sólo en un sentido, hacia el área del conjunto madrileño, aunque ya con mucha menos claridad y llegada.

Ante el descenso de la actividad ofensiva, Germán Crespo, tras los dos primeros movimientos visitantes (Konate y Guille Donoso), renovó su ataque con la entrada de Diarra, Kike Márquez y Casas por Bernal, Kike Márquez y Casas a la hora de juego.

Sin más revoluciones con las variantes, el choque entró en una fase de igualdad, aunque sin llegadas a ninguna de las dos porterías. El duelo llegó a la fase decisiva. Para ella, Crespo tiró de Simo Bouzaidi por Cedric (min. 69). Hubo más aplausos que silbidos para el extremo, que en su primera acción debió sacar una amarilla a Iriondo que el árbitro obvio.

No pasaba prácticamente, salvo un disparo desviado de Casas (min. 71), y eso iba en beneficio del Córdoba. Sin embargo, el técnico tuvo que agotar los cambios por unas molestias de Puga. Entró José Ruiz en el lateral derecho (min. 74).

El Rayo Majadahonda entró con vida a los diez últimos minutos. Algo impensable tras lo visto en la primera mitad, pero realidad. El Córdoba había ido de más a menos. Tocaba sufrir después de mucho tiempo en El Arcángel, sobre todo tras un disparo lejano del excordobesista Guille que salió muy cerca del poste (min. 81).

Cosas del destino, el equipo tocó y tocó en una acción de una presión alta del Rayo. Arriesgó fiel a su estilo a pesar del marcador. Y dio frutos. Calderón dio el pase de la muerte a Simo. El extremo se sacudió toda la tensión de la semana. Incluso, de mala manera. Mandó callar a no se sabe quién porque marcó a bocajarro el 2-0 (min. 85). Un mal gesto en un bueno momento. Los tres puntos en casa. La victoria 21 consecutiva en liga como local al zurrón. Sigue líder.