El Córdoba CF se atraganta con el Alcoyano (0-1)

Iván Ania, fiel a sus ideas, repitió el once de la jornada anterior. Le dio de nuevo la oportunidad a Martínez en el eje de la zaga a pesar de su sobrecarga muscular y apostó por Kike Márquez como falso nueve aunque esta vez Antonio Casas sí esperaba su oportunidad desde el banquillo. El técnico blanquiverde no duda en exprimir al máximo todos los recursos de una plantilla corta, pero polivalente. Lo demostró una semana más con un once sorprendente pese a ser el mismo de la pasada semana en Valdebebas con una victoria histórica en tierras madrileñas.

No fue la primera mitad soñada para los amantes del fútbol. A pesar de la intensidad mostrada por ambos equipos en los primeros minutos del encuentro, el ritmo fue bajando considerablemente a la misma vez que el cronómetro avanzaba. No hubo un dominador claro. Si acaso, los blanquiverdes generaban algo más de peligro. Sin embargo, la primera ocasión clara la tuvo el Alcoyano. Una pérdida de Carracedo provocó la contra del cuadro rival. Armental se plantó solo frente a Carlos Marín, pero mandó arriba el balón. El cuadro blanquiverde respondió con un centro de Carlos Albarrán que cabeceó Kuki, pero tocó en un rival.

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Parecía animarse el Córdoba, pero nada más lejos de la realidad. El partido se mimetizó con la temperatura y hora del encuentro para entrar en un desierto dónde nada ocurrió. Tras el primer cuarto de hora, las llegadas se sucedían en cuentagotas. Ningún equipo estaba cómodo sobe el terreno de juego. El Córdoba tuvo otra ocasión clara con un cabezazo de Martínez que atrapó el portero. Eran ocasiones residuales, ya que les costaba circular con el balón. Estaban imprecisos. Iván Ania aprovechó la pausa de hidratación para intentar reanimar a su equipo.

El Córdoba intentaba llegar al área rival por las bandas, pero no encontró el último hueco para finalizar con criterio. Quedaba la opción del balón parado. Kike Márquez sacó un disparo potente de falta directa, que despejó el portero con dificultad. Tras eso, llegó una gran internada por la banda blanquiverde, comandada por Carracedo que intentó ceder a Diarra el balón, pero se topó con la defensa. Poco más que destacar en una primera mitad difícil de digerir para los aficionados presentes en El Arcángel.

La segunda mitad empezó con un arreón blanquiverde aunque no perduró mucho en el tiempo. Primero, dos ocasiones consecutivas. Un cabezazo de Lapeña tras un saque de esquina que despejó y una jugada de Calderón que buscó a Diarra por dentro, pero no llegó el jugador a controlar el balón. Minutos más tarde llegó otra ocasión clara. Un centro de Álex Sala desde la derecha que remató de cabeza Diarra aunque despejó el portero del Alcoyano Jaume Valens. Iván Ania hizo sus primeros cambios para intentar dar algo de vida al encuentro. El primero sorprendió, pues Lapeña se marchó por Matías Barboza. También entraron Simo y Alberto Toril, buscando esa frescura necesaria en la zona de ataque.

Las ocasiones eran del Córdoba, pero no se finalizan. Al menos, no con criterio. En ese último pase, el cuadro de Iván Ania se mostró impreciso. Por su parte, el rival apuesta por mantener el resultado con muchos jugadores en su propia área. Kike Márquez probó suerte con un cabezazo que no terminó con fortuna. Apretó el Córdoba buscando ese gol, pero las ideas se esfumaban poco a poco. Kuki Zalazar se animó también con un disparo casi sin ángulo que despejó el portero, provocando el saque de esquina. El equipo califa se aferró a su Pichichi Antonio Casas para conseguir la victoria en los últimos quince minutos de partido.

Los últimos compases del partido fueron realmente frenéticos. No apto para corazones sensibles. Primero, la afición reclamó un penalti sobre Simo que el árbitro no señaló. Tras eso, llegó un disparo del Alcoyano de la mano de Agüero que se marchó a la derecha de Carlos Marín. Luego llegó el vendaval blanquiverde. Kuki Zalazar y Casas tuvieron dos ocasiones claras. Despejó tanto el portero como el defensa rival bajo palos. Apretó de lo lindo el Córdoba que quiso aprovechar cada segundo de los ocho minutos de descuento que decretó el árbitro.

Un descuento para olvidar. Carrasco avisó para los suyos con un disparo que se marchó desviado. Tras eso, llegó el gol de Pradera (0-1, min. 96) que adelantó al cuadro alicantino tras un error en la defensa blanquiverde. Un jarro de agua fría para jugadores, cuerpo técnico y aficionados que sufrieron el calor de una tarde de abril para ver una derrota que no entraba en los planes.