Uno de cada cinco contratos que firman los cordobeses son para trabajar fuera

La última edición del informe «Movilidad geográfica de la contratación en España», que recoge los datos de 2024, del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), muestra un viejo problema de los cordobeses: muchos siguen teniendo que ganarse la vida lejos de su tierra.

De cada cien contratos que rubricaron los residentes en la provincia el pasado ejercicio, 19 supusieron tener que trabajar fuera de ella. Por este orden, Sevilla, Málaga y Madrid fueron los principales destinos. En 2024, además, nuestro territorio volvió a ser claramente emisor de mano de obra. Son las principales conclusiones del estudio.

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Baltasar López

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Hay que tener en cuenta que el informe no da guarismos de quienes logran un empleo en el extranjero. Tampoco permite indagar en un tema relevante: si estos trabajadores deben mudarse por la ocupación que lograron, si les permite seguir residiendo aquí -con, por ejemplo, viajes de ida y vuelta en el día- o si se utiliza el teletrabajo.

El pasado año, quienes vivían en la provincia firmaron 332.538 vinculaciones laborales. De ellas, 63.244 fueron para empleos con sede fuera de Córdoba -el número de personas que las rubricaron fue menor, ya que cada una de ellas puede formalizar varias a lo largo de un ejercicio-.

Ambos indicadores implican que el 19% de los contratos firmados por residentes en nuestra tierra fueron para ocupaciones a realizar más allá de las fronteras provinciales. Ese porcentaje es la tasa de salida. En la última década, la ratio de 2024 es la segunda más alta. Sólo la supera la de 2023: 19,3%.

La opción de buscarse las habichuelas fuera de casa es habitual entre los cordobeses. El motivo es la tradicional debilidad de la economía provincial, aunque el año pasado su marcha mejorara. El PIB de Córdoba se elevó un 2,3%, según los cálculos del servicio de estudios de Unicaja, frente al 0,5% de 2023, de acuerdo al Instituto Andaluz de Estadística. Ello repercute directamente en que el paro sigue castigando con más fuerza por estos lares que en otros puntos del país.

Córdoba cerró el pasado ejercicio como la sexta provincia de España con mayor tasa de desempleo. La EPA del INE indicó que en el último trimestre se situó en el 17,2% -de cada cien personas que querían trabajar, 17 no podían hacerlo-. La brecha con la media nacional (10,6%) sigue siendo grande. Son guarismos que explican el peso que continúa teniendo la emigración.

El estudio evidencia que en 2024 nuestra provincia volvió a ser claramente emisora de mano de obra. Los citados 63.244 contratos para trabajar fuera superaron en 15.854 a los rubricados para venir a trabajar aquí (47.390).

En la disección de este informe, siempre hay que valorar la importancia que tiene la agricultura en el mercado de trabajo cordobés. El volumen de mano de obra que mueve viene marcado por cómo sean las cosechas: necesitarán más o menos trabajadores dependiendo de la cantidad de fruto que haya que recoger.

El campo y la ganadería fueron el segundo sector con más vinculaciones para trabajar fuera: 24.949, un 39,4% del total. De cada cien contratos rubricados en 2024 por residentes en Córdoba para empleos en ambas actividades, 20,1 eran para una ocupación fuera de ella. Es prácticamente la misma tasa de salida que mostró el sector servicios (20,2) -tuvieron las dos ratios más altas-, que fue el que sumó más contratos que implicaban movilidad: 31.348, prácticamente la mitad del global. A mucha distancia se quedaron las vinculaciones en construcción (4.084) e industria (2.863).

En cuanto a los principales mercados en los que los cordobeses hallan empleo fuera, Sevilla ocupó el primer puesto con claridad. En 2024, los ciudadanos residentes aquí formalizaron 17,255 contratos (27,3% del total) para trabajar en ese territorio. En anteriores ediciones de este informe, el SEPE señalaba que, en estas vinculaciones, dominaban las del campo, algo que no debe haber variado.

Málaga es el segundo gran destino, con 9.434 vinculaciones para empleos allí, casi el 15%. Profesionales de la hostelería suelen hallar ocupación en esta provincia, sobre todo en verano -está entre las dos temporadas altas de Córdoba-. Hay que tener en cuenta también el crecimiento de la economía malagueña, que debe estar captando parte de la fuga de talento estructural que sufre nuestra tierra.

De hecho, respecto a 2023, se observa que hay un nuevo ocupante en el tercer cajón del podio. Es Madrid, que venía de ser cuarta. Los cordobeses firmaron 5.914 vinculaciones laborales para trabajar allí (9,3%). Absorbe parte de la salida de los profesionales mejor preparados, que no logran encontrar aquí una ocupación con la que encarrilar su futuro.

De la tercera a la cuarta posición cae Jaén, aunque con cifras muy similares a las de su predecesor: 5.733 contratos (9,1%); sobre todo para trabajar en la recogida de aceituna -es decir; esa campaña marca la cifra de cada año-. El quinto foco de atracción es Granada, que roza los tres millares de vinculaciones (4,7%).

Hay que tener en cuenta, por último, que la emigración juega en contra de las cifras de población. La provincia encadena doce años de caídas interanuales de sus residentes. Y, del uno de enero de 2014 -cuando, según el INE había 796.830 habitantes- a la misma fecha de 2024 (último dato definitivo) -774.313-, sus residentes menguaron un 2,8% (-22.517).

Además de los factores demográficos -la caída de la natalidad afecta aquí como en toda España-, los guarismos de población de la provincia se ven penalizados por ser poco atractiva para los extranjeros, que tienen tasas de natalidad más altas. Buscan establecerse en provincias más prósperas.