La muerte de Manolete
Así contó ABC la crónica de la tragedia
Periodismo
El diario realizó un gran despliegue informativo para relatar las 10 horas que siguieron a la mortal cornada, así como los días posteriores hasta el sepelio del torero en Córdoba
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Félx Ruiz Cardador
Córdoba
La muerte de Manuel Rodríguez 'Manolete' tras ser prendido en el coso de Linares supuso una conmoción para toda España, cuyo impacto quedó reflejado en las publicaciones de la prensa madrileña. ABC dio la noticia de su muerte en el diario impreso ... justo al día siguiente del deceso y con un amplio despliegue. La noticia aparecía en la portada del periódico bajo el titular «La muerte de Manolete» y se podían ver tres fotos: una del diestro muy serio y vestido de luces, otra toreando y la tercera familiar, del matador cordobés junto a su madre. Allí mismo se explicaba que era un hombre «grave y taciturno, como ensimismado», y se explicaba que contaba con el favor de todos los públicos. «Ha muerto como ha vivido: acendrando su estilo en el pundonor», resumían. Por último, advertían que su nombre, pese a su trágica muerte, no significaría su olvido, sino que serían muchos los que pasados los años seguirían escribiendo sobre él.
La noticia de la muerte del torero más famoso del momento se extendía por diversas páginas del periódico, dando cuenta a los lectores de todo el país de los trágicos detalles de la sangrienta tarde de Linares y del mortal derrote de 'Islero'. Una aportación reseñable eran las fotografías en los célebres huecograbados, con un reportaje completo de la corrida y en especial de los momentos previos y posteriores a la cogida.
Se podía ver en ellas al torero en su último paseíllo junto a Luis Miguel Dominguín y Gitanillo de Triana y también a lo largo de la tarde en diversos lances, en los que se le observaba circunspecto y concentrado. No faltaba tampoco el instante en el que el IV Califa del torero entraba a matar a 'Islero', que una vez herido fue cuando lo prendió mortalmente. Las siguientes imágenes mostraban el caos que siempre se registra en un coso cuando hay una cogida grave: cuadrillas y mozos corriendo, caras desencajadas y preocupación del público en los tendidos.
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La crónica
A todo este despliegue ilustrado el rotativo también incluyó ese misma día una larga crónica sobre la muerte de Manolete, en la que se aportaban mucho destalles de los sucedido en Linares el día 28 y el 29. Allí se podía leer:
«Sobrecogió ayer a España entera una genuina emoción popular. Manolete había escalado, en pocos años, la cumbre de esa gloria fugaz que envuelve, en pleno vigor juvenil, a los grandes toreros, y, como Joselito y Sánchez Mejías, había sido herido en una hora ardiente de triunfo y de tragedia. La sangre moza y el aura pródiga del pueblo bordoneaban, como en los viejos romances, un estribillo plañidero y engallado de copla sentimental: esa copla triste y arrogante que el pueblo de España empieza a cantar en la primera mitad del siglo XVIII, cuando la destreza de los caballeros frente al 'taurus hispanicus' pasa a la plebe de a pie y levanta a sus hombres sin nombre -bravos, imaginativos y airosos- al rango de ídolos. Una ronda de atropelladas leyendas de valor, garbo y fatalismo siniestro cruzaban en la triste madrugada del jueves al viernes las calles de la cuidad andaluza de Linares. El joven e impávido diestro cordobés ha sacrificado su vida cuando la fortuna acumulada en pocos años y con esfuerzos denodados le tenía asegurada una existencia placentera».
Crónica
«Manolete había escalado, en pocos años, la cumbre de esa gloria fugaz que envuelve a los grandes toreros»
Diario ABC
30 de agosto de 1947
Tras este texto introductorio, se ponía a disposición del lector un amplio repertorio de datos sobre la tarde de la desgracia y las horas siguientes. Se relataban esas diez horas que van desde que cae herido hasta que muere en el Hospital Municipal. Contaba el reportaje que el diestro no perdió nunca el conocimiento y estuvo algo animado en la clínica cuando a ella llegaron desde Madrid y de urgencia los doctores Jiménez Guinea y Tamames. También se explicaba que el llamativo coche del torero estuvo toda la madrugada delante del Hospital mientras no dejaba de pasar la gente, pues los linarenses disfrutaban esa noche del primer día festivo bastante ajenos al drama histórico que estaba sucediendo a no muchos metros.
El momento de la muerte
Sobre el momento exacto del deceso la crónica explicaba que Manolete «murió con los ojos cerrados». Según reltaba el periodista, el doctor Jiménez Guinea le aconsejó que los cerrara, porque la luz le hacía daño. Añadían: «El doctor Tamames le sujetaba el pulso. 'Ha muerto', murmuró, sordamente, y los brazos del torero se desplomaron sobre el lecho. No hubo estertores, ni angustias, ni suspiros. La última palabra que salió distintivamente de sus labios fue 'David', que es el nombre de su peón de confianza. Sus labios siguieron agitándose hasta el último momento, pero no se pudo saber lo que quería decir. Acababa de entregar, serena y santamente, su alma al Altísimo cuando entraron en la habitación Domingo Ortega y Luis Miguel Dominguín. El primero, sin poder hablar, lloraba, acariciando a Manolete. El segundo, más sereno, sentado en la cama del muerto, le apretaba la cara y las mano».
Se añadía también el dramático momento de la llegada de Lupe Sino. «Entonces fue cuando entró en la cámara mortuoria la artista Lupe Sino, que se arrojó sobre el cuerpo yacente, sollozando con infinita amargura, y allí estuvo, por espacio de siete horas, como enajenada». Más de quince mil personas del pueblo de Linares desfilaron en ese tiempo por delante del cadáver, arrodillándose y rezando. «Lupe Sino fue arrancada de allí -según se explica- al ser trasladados los restos de Manolete a Córdoba, y no se había dado siquiera cuenta de que una muchedumbre devota y llorosa había pasado por delante de ella. Muchos de los admiradores besaban el rostro del torero muerto, con exclamaciones de ternura y admiración».
Poema
«Yo saludo al torero más valiente del ruedo»
Agustín de Foxá
Escritor
El impacto por la muerte de Manolete siguió en los días siguientes. En entierro en Córdoba volvió a ser de nuevo foto de portada del diario. Se veía en la imagen el féretro del diestro pasando por el arco de la Malmuerta y en el momento en el que le hacían entrega póstuma de la Gran Cruz de la Encomienda. En el interior del periódico, se volvía hablar del trágico percance y se incorporaba un largo poema sobre 'Manolete' del escritor Agustín de Foxá, ilustrado por el dibujante Antonio Casero. «Yo saludo al torero más valiente del ruedo. Saludo el abanico difícil de tu izquierda, que hace al toro satélite, luna de tu oro antiguo, con órbita de estrellas», escribía Foxá.
MÁS INFORMACIÓN
Así fue como, en aquellas horas tristes y apresuradas, ABC despidió a Manolete en la hora de su muerte. Su figura se mantuvo viva sin embargo en el diario, especialmente en los primeros aniversarios de su deceso, cuando se publicaban recuerdos y poemas. Con el paso de las décadas, se ha cumplido la previsión que aparecía en la portada de entonces y son muchos los escritores y periodistas que siguen escribiendo sobre él cuando se cumplen 75 años de su muerte.
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