Según han explicado a ABC fuentes de la Junta y ha adelantado 'Diario Córdoba', como corresponde en estos casos, el foco ha sido notificado a través de la web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el fallecimiento de estas aves se inscribe en un foco primario datado en el pasado 25 de agosto, cuanto se sospecha que tuvo lugar la primera infección.
La confirmación del brote vía PCR, sin embargo, no ha llegado hasta el pasado 11 de octubre y, de momento, no ha requerido el sacrificio de ningún ave, si bien se han adoptado medidas de control, como la vigilancia general y selectiva de la zona. Por el momento, se desconoce cuál ha sido el origen de este foco.
Este mismo verano se detectó otro foco en el Zoológico de Córdoba, que obligó al cierre de las instalaciones durante tres meses, costó la vida a seis aves y obligó al sacrificio de varias anátidas.
A principios de este 2022, el virus reapareció en varios focos en España tras detectarse una explosión de casos en la Unión Europea. Han sido ya muchas los animales que han tenido que ser sacrificadas por esta enfermedad que se transmite fácilmente entre aves y muy excepcionalmente de ave a humano.
Su mortandad entre estos animales es muy elevada y puede suponer un verdadero problema en la cadena de producción alimentaria y de consumo de nuestro país, ya que puede infectar a aves de corral domésticas y a otras especies de animales con los que España comercializa.
Las aves más susceptibles a la infección son las gallináceas. También las anátidas (patos, gansos, cisnes…) son susceptibles, pero en muchos casos actúan sólo como portadoras, según Sanidad. Se considera que este grupo de aves, y particularmente las migratorias, constituyen los hospedadores naturales del virus.
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