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Concurso del Córdoba CF SAD: Jesús León implica a todos los consejeros en la quiebra del club

El expresidente asegura en el juicio por la calificación culpable que todo lo que hizo fue legal y que trabajó para lograr inversores o préstamos para inyectar liquidez y saldar las deudas

Reclaman 5,3 millones y 15 años de inhabilitación a Jesús León tras calificar culpable el concurso del club

En la primera fila los miembros del Consejo de Administración del Córdoba CCF en el juicio álvaro carmona

El Juzgado de lo Mercantil 1 de Córdoba ha sentado este jueves en el banquillo a cinco de los seis miembros del Consejo de Administración del Córdoba CF SAD -y en el eje Jesús Léon como presidente- afanados en su declaración ... en defenderse de la calificación de culpabilidad de la Administración Concursal.

Echando balones fuera, el expresidente del club ha defendido que todo lo que hizo fue bajo el paraguas de la legalidad y ha declarado, a preguntas de las defensas del resto de consejeros, que «todos sabían todo», implicándolos en la responsabilidad en la toma de decisiones e insistiendo, una y otra vez, en que «esto es fútbol» y que siempre trabajó para «conseguir inyectar dinero al club hasta su detención el 7 de noviembre de 2019».

La Administración Concursal reclama indemnizaciones económicas por valor de más de 6,5 millones de euros en conjunto a cinco de los seis responsables y como responsable civil subsidiario el Córdoba CF SAD (el de Carlos González, propietario del 'armazón' empresarial blanquiverde después de la venta de su unidad productiva «por daños y perjuicios»). También solicita al juzgado que imponga a todos «la inhabilitación para administrar bienes ajenos y representar a cualquier persona».

La vista ha comenzado este jueves en la Ciudad de la Justicia con la presencia de sólo cinco de esos consejeros delegados: Jesús León, Magdalena Entrenas, el tesorero Francisco López de Paula, el exdirector general del club Alfredo García-Amado y, por último, el representante de la Asociación de Veteranos Manuel Garrido, sin la presencia de Luis Oliver, declarado en rebeldía.

El juez encargado de este caso, después de ser apartado el titular del Juzgado Mercantil, ha dedicado la primera parte de la mañana a desentramar las cuestiones previas, a escuchar a las partes sobre la conveniencia o no de entregar documentación a estas alturas del caso o la obligación de estar presente durante la vista la Fiscalía.

El juez ha resuelto estas cuestiones previas, en las que ha aceptado que se ausente el fiscal, ya que con la nueva ley no es necesaria su presencia en este juicio y dado que la parte penal que pudiera derivarse de esto ya está judicializada, en instrucción o ya lista para señalar el juicio.

De otro lado, aunque dos de las defensas (Garrido y De Paula) habían llegado a un acuerdo en cuanto a la pena de inhabilitación solicitada reconociendo parte de los hechos, el magistrado ha considerado que no era momento procesal para resolver esta cuestión, e independientemente del acuerdo alcanzado, tendrán que esperar a que se dicte sentencia, por lo que tendrán que acudir a todas las sesiones de juicio para las que sean requerida su presencia.

Jesús León, dos horas de declaración

La primera declaración ante el tribunal ha sido la de Jesús León, que ha pasado más de dos horas respondiendo a preguntas del representante de la Administración Concursal, Francisco Estepa, así como a las defensas de otros miembros del Consejo de Administración y a su propia defensa, acompañado con un archivador de grandes dimensiones del que ha sacado numerosa documentación para intentar hilvanar su defensa.

León se ha colocado frente al tribunal mostrando desde emails de la Liga en la que ésta reconocía que a fecha de junio de 2019 estaba al corriente del pago de sus deudores -Hacienda y Seguridad Social- después de la venta de dos jugadores al Valladolid y al Getafe, y en un intento por tumbar la acusación que pesa sobre su gestión al frente del Córdoba CF.

La frase que más ha repetido León en su defensa ha sido que los consejeros «eran soberanos en sus deliberaciones», volcando en ellos la responsabilidad y recordando con emails que «he hecho todo lo posible por inyectar liquidez al club», y que ultimaba la llegada de socios prestatarios a la entidad, pero todo fue frenado por su detención el 7 de noviembre de 2019.

León ha achacado a la deuda contraída de la anterior etapa en la que estaba como presidente Carlos González y ha asegurado que no liquidó el club porque estaba pendiente de la cesión del estadio que nunca llegaba. «Con Nieto, la discusión se quedó en que la cesión era de 25 años y nosotros queríamos la de 50 años; y luego llegó Ambrosio, que dijo el mes que viene y pasaron los días y llegaron otras elecciones sin hacer nada; de hecho, aún están en eso».

En cuanto a su salario, el expresidente del club ha asegurado que estaba por debajo de los 500.000 euros anuales, «y que lo facturaba a través de una de sus empresas, como así lo hacía también el anterior presidente del club Carlos González, y que nada impedía que no los pudiera cobrar como emolumentos».

Jesús León ha lamentado que perdió la confianza de varios de estos consejeros como Magdalena Entrenas en ese mes de agosto de 2019 «por cuestiones que no voy a decir en este lugar» o Luis Oliver, y que la presencia de este último en el club le acarreó numerosos problemas. Para León, su detención fue precipitada y que, para él, «la Unión Futbolística Cordobesa SAD (el Córdoba CF actual de Primera Federación que dirige Monterrubio) estaba constituida antes de su arresto», ha llegado a decir en sede judicial.

Las razones del descalabro

El por qué le salieron las cosas mal y ya hubo impagos en las nóminas de los jugadores en noviembre de 2019 fue a su juicio porque entre otras cuestiones el Getafe no cerró el pago de 1,6 millones de un jugador porque «tiene la cara del Santo La Rambla».

Por su parte, el segundo consejero en declarar ha sido Alfredo García Amado, quien ha calificado su trabajo en el club a través de Mesas Sport como agente deportivo o intermediario que consiguió operaciones «brillantes» como la venta de dos jugadores al Valladolid y el Getafe en el mercado de Navidad por 5,4 millones de euros. En estas operaciones, Mesas Sport ha reconocido que cobró cantidades por intermediario.

Para García Amado, el principal escollo que impidió que el club saliera adelante, aunque fuera en Segunda B, fue que no contaban con la cesión del estadio por el Ayuntamiento de Córdoba, lo que hubiera dado estabilidad, aumentado el activo, así como la repercusión económica que hubiera tenido para todos.

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