Concurso del Córdoba CF SAD: Estepa señala que todos ignoraron los síntomas de insolvencia en el club

El administrador concursal que solicitó en su informe la declaración del concurso de «culpable» ha declarado que «cada consejero tiene un grado de responsabilidad- más en su caso quien más tiempo estuvo- ha apostillado, pero está claro que había un ejecutor que era el presidente del consejo de administración y una parte que son los consejeros que asumen «una posición de garantes».

En este sentido, Estepa ha explicado a preguntas de las defensas de los consejeros Magdalena Entrenas y Alfredo García Amado que «estas facultades que adquieren los consejeros son indelegables, como es la supervisión de las decisiones de los órganos directivos del club».

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La responsabilidad en el concurso culpable de estos consejeros «fue básicamente por no informarse con todas las alarmas que había de la situación económica del club conociendo unas cuentas que daban unas pérdidas de cuatro millones de euros, y que aprobaran las cuentas, que habían pasado de 800.000 euros a un pasivo a 3,5 millones, y eso, para un gestor ordenado es que la compañía tiene un problema a corto plazo«.

En una situación de falta de liquidez, según ha declarado Estepa ante el juez José Antonio Yepes, «no se reduce gasto, sino que se incrementa en tres millones de euros y hago operaciones por más de 2 millones de euros a mis sociedades (las de Jesús León) o con Bitton Sport por lo que es que se van más de 5 millones de gastos«.

En su declaración, respondiendo a preguntas de las defensas de los consejeros delegados -cinco de los seis presentes en este concurso- el administrador concursal ha señalado que «la insolvencia no vino del cielo. Desde el primer semestre de 2018 es un vaciado patrimonial de liquidez; había que renegociar deuda y una estructura sobredimensionada: pensando en huida hacia adelante. Esto es hambre para hoy y hambre para mañana«.

Entre sus declaraciones, Estepa ha expuesto a la defensa de Jesús León que lo que no veía normal en enero de 2019 era «formular unas cuentas de cuatro millones, en las que meto un millon de euros y lo saco con saldos deudores de más de 800.000 euros y retrasos en nóminas«.

Y a esto ha añadido que como administrador concursal «podría entender que constara en las cuentas del Córdoba CF que se lo deben, pero llevarse un millón de euros en liquidez que era la gasolina del club, no lo veo normal«.