El concursante cordobés de 'First Dates' asume el crimen del bar de la Fuensanta alegando que iba drogado y que es enfermo mental

Una de las claves del juicio estará en probar si en el momento del crimen el acusado mantenía intacta o no su capacidad mental para comprender la ilicitud de los hechos ya que sufre un trastorno mental grave. El acusado ha admitido los hechos de los que viene acusado por parte del Ministerio Fiscal pero ha señalado que lo hizo después de estar consumiendo cocaína varios días y porque no tenía bien la cabeza -aludiendo a su enfermedad mental grave-, según han señalado a ABC fuentes judiciales.

De la valoración de ese elemento -es decir si en el momento del crimen el acusado sufría o no un brote psicótico ligado a su enfermedad mental- dependerá en gran parte que los miembros del tribunal del jurado determinen si se le aplica una eximente completa o incompleta al acusado de un delito de asesinato del que viene acusado y por tanto si deberá cumplir condena en el centro penitenciario durante 13 años o alternativamente, una pena de internamiento en un centro terapéutico durante 17 años como recoge el escrito del Ministerio Público.

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A estos elementos hay que sumar las periciales que se practicarán este martes en la Audiencia Provincial de Córdoba sobre este crimen que conmocionó a los vecinos de la Fuensanta. Otra de las cuestiones planteadas en el plenario este lunes ha sido si el acusado estaba realizando alguna labor o no en el bar en el momento en que decidió coger un cuchillo y apuñalar mortalmente a uno de los clientes. En este sentido, el acusado ha señalado que «sí lo dejaron al cargo de la caja y del bar mientras el encargado iba a echar la basura».

Un extremo que ha querido desmontar el letrado Mario Garrido encargado de la responsabilidad civil de la aseguradora del establecimiento, que el acusado quiere eludir, mostrando al tribunal que los contenedores de basura quedaban apenas a 30 metros del local, y el local estaba cerrando, por lo que no era necesario dejar a cargo a nadie.

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El relato de los hechos del fiscal y que ha sido prácticamente asumido por el acusado en la declaración de este lunes frente al Jurado recoge que el acusado se encontraba pasadas las 22 horas en la terraza este bar de la Fuensanta que estaba ya próximo a su cierre, cuando el dueño dada la confianza que tenía con él porque en ocasiones había trabajado allí, le pidió que se quedara pendiente del local mientras iba a tirar la basura.

En ese momento, el acusado entró al interior del bar donde se encontró con un cliente al que conocía por haber trabajado allí y con quien mantenía una relación cordial, por lo que se saludaron amistosamente. Sin embargo, el acusado se dirigió a un salón cerrado del establecimiento de donde cogió un cuchillo de cocina de 16 centímetros de hoja con el que se dirigió directamente contra ese cliente.

«Le asestó con la intención de acabar con su vida una puñalada en el abdomen y otras puñaladas en el cuello y tórax. La víctima trató sin éxito de defenderse, y en un momento dado cayó al suelo, donde, indefenso, fue recibiendo más puñaladas en diversas partes del cuerpo, principalmente en el tórax, cuello, cabeza y cara durante al menos tres minutos».

Una de las puñaladas, relata el Ministerio Público en su escrito de conclusiones provisionales, «se la clavó por la espalda, estando sentado en el suelo, desde arriba en dirección descendente, a modo de estocada«.

«Al escuchar el alboroto algunos clientes que estaban en la terraza entraron al bar y pidieron al acusado que cesara la agresión. Incluso un cliente le lanzó una silla para intentar que parase». El dueño del bar, del mismo modo, pidió que parara la acción y en ese momento, el acusado, estando ya inerte el cuerpo de la víctima le dijo al dueño del bar, «ya he terminado, llama a la Policía» y se marchó tranquilo hacia el cuarto de baño donde permaneció hasta que llegaron los agentes.

Este vecino del barrio de la Fuensanta, conocido por participar meses antes del asesinato en el concurso televisivo 'First Dates' en búsqueda de pareja, está acusado por parte de la Fiscalía de un delito de asesinato (con alevosía) pero recogen en el mismo escrito de acusación que padece un trastorno mental grave con ideas delirantes, con delirio de persecución, así como un trastorno de consumo de sustancias estupefacientes, que estaba presente en el momento de los hechos, existiendo, según este escrito, «una relación de causalidad psíquica entre el trastorno y los hechos que pudo precipitarse por el abandono de la mediación y el consumo de drogas.

En esta conclusión la Fiscalía recoge que «en el momento de los hechos el acusado presentaba una limitación importante de su capacidad de comprender y entender la ilicitud de los hechos que afectó de forma relevante a su capacidad de decidir libremente«.