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RELIGIÓN

El cónclave adelanta la celebración de la «vocación a la santidad» de San de Ávila en Montilla

El obispo de Alcalá de Henares, monseñor Antonio Prieto, ha presidido la fiesta del Santo Maestro en la basílica de Montilla

La ruta en Montilla de San Juan de Ávila nace con el objetivo de perpetuarse en el tiempo

El obispo de Alcalá de Henares, en el centro de la imagen ABC

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Cada 10 de mayo, la fiesta de San Juan de Ávila congrega en Montilla a gran parte del clero cordobés para celebrar este día en la basílica en la que se custodian sus restos mortales.

En esta ocasión, y en pleno cónclave para la elección del sucesor de Pedro, la fiesta del Santo Maestro se ha adelantado a este jueves y ha estado presidida por el obispo de Alcalá de Henares, monseñor Antonio Prieto, quien antes de comenzar la misa, ha atendido a los medios de comunicación junto al administrador apostólico de la Diócesis de Córdoba para manifestar la alegría que supone para él poder celebrar la fiesta del patrón del clero en Montilla.

«Esperamos todos los años este día como un momento de gracia, de vivir nuestra fraternidad sacerdotal y de pedirle a nuestro Santo Patrón la santidad sacerdotal que él tanto predicaba, en un día que coincide con un momento histórico para la Iglesia y para la historia, por lo que vamos a encomendar a San Juan de Ávila, a los señores cardenales reunidos en Cónclave, para que sean dóciles al Espíritu Santo y elijan al Papa que Dios ya tiene pensado para la Iglesia», ha indicado.

«Doctor del amor»

Asimismo, ha recordado a San Juan de Ávila como «el doctor del amor divino, porque toda su vida quiso que fuera un anuncio, una predicación del amor infinito que Dios nos tiene que se manifiesta en Cristo», calificándolo además como «el doctor del sacerdocio, porque tiene una escuela sacerdotal y nos enseña a todos los sacerdotes a vivir nuestro ministerio como una llama ardiente, como un espejo en el que mirarnos».

El administrador apostólico de la diócesis de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, ha coincidido con el prelado de Alcalá de Henares en que el Santo Maestro lo dio todo por la salvación de las almas y, en este momento en el que culmina su ministerio episcopal en Córdoba, ha instado al santo a que le siga guiando, protegiendo y enseñando a ser sacerdote.

Asimismo, ha resaltado que siempre ha querido impulsar la figura del Maestro porque le tiene mucha devoción, «porque estando él en Córdoba fue declarado por el Papa Benedicto XVI como Doctor de la Iglesia Universal y porque desde niño siempre se ha encomendado a él».

Por todos estos motivos, la festividad de san Juan de Ávila es, por tanto, una cita ineludible y esperada en la diócesis de Córdoba. De ahí que el clero cordobés se haya concentrado en la basílica avilista para celebrar la santa misa.

Celebración en la basílica

Mons. Prieto ha querido comenzar su homilía felicitando «con admiración» a los sacerdotes que este año celebran bodas sacerdotales, entre ellos, este obispo cordobés que celebra susbodas de plata con sus compañeros de curso.

Monseñor Fernández junto al obispo de Alcalá de Henares ABC

Seguidamente, se ha centrado en definir cómo deben ser y vivir el ministerio sacerdotal, justamente en este día en el que el Evangelio «nos invita a ser luz del mundo y sal de la tierra». «El sacerdote debe ser una luz y espejo en el que se miren los del pueblo, dijo san Juan de Ávila, sal que comunique el gusto de Dios con su palabra y conservación, incluso a los más alejados», ha recordado el prelado, manifestando a su vez que «celebrar San Juan de Ávila supone siempre recordar nuestra vocación a la santidad».

El obispo de Alcalá de Henares ha continuado explicando que los sacerdotes «son relicarios de Dios, casa de Dios y debemos ser santos para bien del pueblo de Dios, así como ejemplo para la santificación de los demás». En este sentido, ha insistido en que «la palabra sacerdote y santo son inseparables, no se entiende una sin la otra», como manifestaba José María García Lahiguera.

Monseñor Demetrio Fernández, al comienzo de la celebración, ha tomado la palabra para felicitarles por su entrega y servicio a la Iglesia, así como para «recordar a los sacerdotes de la diócesis de Córdoba que este año han partido hacia la Casa del Padre», señala la Diócesis en una nota de prensa.

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