Concepción Ortega (Colegio de la Abogacía): «Es muy alarmante que la violencia de género siga en los jóvenes»

-Vemos un aumento. En Córdoba, por los indicadores que cita, se ve un aumento; sea pequeño o grande pero existe. No lo podemos obviar. Se señala que hay más denuncias porque las mujeres se atreven ahora a denunciar, pero lo que está claro es que hay esa violencia que las mujeres denuncian.

-¿Han detectado algo distinto en los casos en el último año, algún colectivo que desgraciadamente esté creciendo o alguna tipología de mujer que esté sintiendo más este problema en nuestra provincia?

-Pues lo que hemos detectado son más jóvenes afectadas por este problema. En las chicas jóvenes, hay un avance de casos, un ascenso de esta violencia, aunque parezca increíble.

-En VioGén (Sistema de Seguimiento Integral de Violencia de Género), en la provincia, hay activos 512 casos de 18 a 30 años y 29 de menores de 18 años. ¿Ve alarmante cómo este problema sigue repitiéndose en la población joven?

-Alarmante, no; muy alarmante. Pero es un problema que se reproduce en el conjunto de los jóvenes españoles.

-¿Qué se puede hacer con la población joven para quebrar la cadena de transmisión de este problema?

-Se trata de lo que podemos hacer los padres, los educadores o los medios. Y luego está el problema de la realidad virtual en la que viven los jóvenes [por los teléfonos o las tabletas] y los parámetros de dicha realidad virtual no los controlamos. No puede ser que en determinados juegos de rol, determinada música o determinados vídeos de TikTok se dé valor a comportamientos [machistas]. Deberíamos controlar un poco más esas redes; controlar; no censurar.

-La Asociación Española de Pediatría acaba de pedir actuaciones efectivas para impedir que los menores accedan a la pornografía. ¿Qué le parece una medida de ese tipo?

-La vería superbién. ¿Por qué tenemos tantas manadas? ¿Por qué vemos que niños de muy tierna edad realizan ese tipo de actos?

-¿Hacen falta más inversiones de las Administraciones para luchar contra la violencia machista?

-Sí, de medios y personal. Doy un ejemplo. En Córdoba, tenemos en la capital un Juzgado de Violencia sobre la Mujer, que lleva toda la instrucción y todos los temas civiles en esta materia. No pueden más. Están colapsados. Hace falta otro juzgado o un refuerzo. Y hacen falta más medios en los pueblos pequeños para que no haya víctimas de primera y de segunda, según el territorio. En zonas rurales, donde hay poca población, la idiosincrasia es más cerrada. Es mucho más difícil para una mujer romper con la violencia de género en ese entorno. Es que aún en determinadas zonas no está asimilado que tú cuentes que tu marido te pega. Para denunciar, la mujer necesita tener apoyo; no sólo el respaldo jurídico. Requiere también otra serie de apoyos. Si ella no tiene dichos apoyos, es muchísimo más difícil. Eso sí, hay que reconocer los avances. En Andalucía, por ejemplo, se creó hace un año el SAVA [Servicio de Asistencia a la Víctimas] itinerante, para ir a los pueblos. Eso no está en otras regiones. Se avanza y hay esfuerzo por la Administración pero hace falta más.

-¿Está la ciudadanía lo suficientemente concienciada para librar esta batalla?

-Hay un sector que sí está concienciado y otro que no. Eso sí, la lucha contra esta lacra no puede ser una cuestión de ideologías políticas.

-¿Qué aspectos destaca de la labor que hacen desde el Colegio de la Abogacía de Córdoba en esta materia?

-Con un protocolo que tenemos desde 2007 con el Ayuntamiento de Córdoba, tenemos un servicio de asesoramiento: las mujeres pueden llamar al 957 / 49 81 03 y nos hacen las consultas penales, civiles o de procedimiento; en definitiva, las dudas que tengan de su situación. Además, por esta vía, también hacemos formación con profesionales, colectivos o centros educativos. Esto último lo hacemos con menores de Secundaria, y es algo muy importante. Y el otro servicio que tenemos es el de letrados adscritos al turno especial de violencia sobre la mujer, de la Junta, de forma que hay abogados que acuden en cuanto se les requiera para asistir a la víctima, cuando va a interponer su denuncia. Y el Colegio es punto violeta, un espacio de apoyo al que cualquier mujer puede acudir ante cualquier supuesto de agresión o violencia.