Las comunidades de vecinos confían en un control efectivo de las viviendas turísticas en Córdoba

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La responsable de la organización entiende que dejar en manos de las comunidades de vecinos aspectos como si se permiten o no viviendas turísticas y en qué número no era una herramienta útil. Romero explica que el margen de maniobra de las comunidades era pequeño a pesar de que el nuevo decreto ya incluye las votaciones de los vecinos como un método para impedir la llegada del turismo a un edificio en concreto.

La responsable del colegio reconoce que, en estos momentos, hay quejas cuando se producen abusos producto de la convivencia entre quien viaja a una ciudad a divertirse y quien descansa en su casa. Era precisa una regulación efectiva que estableciese una imposición sobre los comportamientos que pueden implicar el cese de una actividad. Una de las salidas que ha defendido el colegio en otras ocasiones es establecer un límite de viviendas turísticas por edificio. Que ahora pueda hacerse de forma externa por medio de las normas urbanísticas satisface esa propuesta.

El decreto aprobado por el Consejo de Gobierno autonómico reconoce la posibilidad que tiene un propietario de poner fin al contrato de unos clientes que suponen un problema para la conviviencia. De hecho, se autoriza la intervención de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para ayudar a la propiedad de las viviendas a poner en la calle a los alborotadores, explica el director del Centro de Análisis y Prospectiva Turística de la Universidad de Córdoba, Manuel Rivera.

Romero explica que en las reuniones que se tienen en el sector se reconocen problemas que exigen de llamadas contínuas a las policías locales para que ayuden cuando los abusos entran dentro de lo intolerable. Además, se apoya que se haya entrado a la regulación más estricta de la habilitabilidad de las viviendas que salen al mercado para evitar el uso de zonas como los patios comunes como lugares de alojamiento.