Código okupa: el boca a boca y viviendas marcadas, principales estrategias en Córdoba

Tras llevar el caso a los juzgados y sentar en el banquillo a algunos de los usurpadores, Pedro y los herederos de la vivienda han conseguido recuperarla, pero «completamente destrozada por dentro», explica uno de los dueños, además de estar llena de «excrementos de perro». Ante el temor de que vuelva a suceder, «preferimos mantener el anonimato y que no se sepa dónde está la casa; no nos podemos arriesgar a que nos pase de nuevo».

Aunque Córdoba, comparada con otras ciudades, «no tiene una situación alarmante», sí es cierto que existen «organizaciones» que «saben lo que se hacen, donde se meten, cómo hay que hacerlo y cuánto pueden obtener por dejar libre la vivienda: existe una 'profesionalización' de la okupación».

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Luis Miranda

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Así lo asevera la abogada y asesora fiscal Lourdes Capdevila, quien afirma que «en nuestro despacho hemos recibido en los últimos cinco años más consultas sobre esta problemática y, en concreto, mayor preocupación por los propietarios. Tenemos una cartera de clientes que se dedica a invertir y alquilar, y esta inquietud, que antes era nimia, ahora está en primera línea, más incluso que los impagos o la fiscalidad de este tipo de rendimientos».

¿Cómo localizan los okupas los inmuebles vacíos? En Córdoba, según esta profesional, todavía se hace «a la antigua usanza», a través del boca a boca y a base de controlar la zona y señalar las viviendas. «Los carteles de venta de un inmueble o indicar expresamente la dirección en portales de internet estando la vivienda vacía, no ayuda».

Luego, las 'organizaciones' que se dedican a esto «conocen la cartera de inmuebles que tienen los fondos y entidades bancarias y eso siempre es un blanco fácil. Ahí lo sufren más el resto de vecinos cuando la vivienda se encuentra en un edificio que el propio banco o fondo que ese inmueble es uno más de sus activos», explica Capevila.

Marcar las viviendas es una práctica habital de los okupas, según apuntan fuentes policiales. Pueden utilizar papeles o la técnica del 'hilo invisible', que también usan los ladrones en época estival. Consiste en pegar tanto en la puerta como en el marco de la vivienda un hilo muy fino de silicona: si al cabo de unos días el hilo aparece roto, cambian de objetivo.

En redes sociales también se han dado a conocer una serie de dibujos que proporcionan información a los okupas (y a los ladrones) sobre la vivienda a invadir: si los propietarios vuelven pronto, si vive una mujer sola o si la casa está deshabitada, entre otras circunstancias.

Pese a la alarma social que el movimiento okupa puede generar, las instituciones refieren un descenso de este fenómeno, que ha caído en la provincia de Córdoba un 11 por ciento entre 2021 y 2022, de tal manera que en este último ejercicio citado las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado registraron 196 denuncias por esta causa, mientras que en 2022 el número fue de 174.

Esta estadística no discrimina entre los dos tipos penales que conforman este fenómeno: el allanamiento de morada y la usurpación del derecho de uso de un inmueble, porque son calificaciones jurídicas que realiza a posteriori.

Al respecto, Capdevila considera que estos datos no tienen por qué reflejar «una bajada de las okupaciones: sólo que lamentablemente los ciudadanos acuden a otras vías porque saben cómo está la justicia en este tema».

La letrada asegura que el fenómeno está cambiando en Córdoba: «Según mi experiencia profesional, antes, casi todo lo que se ocupaba eran inmuebles de entidades bancarias o de fondos de inversiones, ahora la cosa no es igual. No hay límite podríamos decir».

En este sentido, «se ocupan viviendas que están temporalmente sin uso, bien porque sean herencias, bien porque fuera una persona mayor y se ha ido a una residencia e, incluso, porque la familia se haya ido unos días fuera (aunque esto son los menos casos). También está aumentando mucho la ocupación en la periferia, lo que aquí llamamos las parcelas, son un blanco fácil», señala Capdevila.

En cuanto al perfil del okupa, «antes podíamos hablar de un okupa no okupa, para que nos entendamos el típico caso de persona que no ha podido pagar su hipoteca, el banco acude al procedimiento judicial para ejecutar el impago e incluso habiendo subasta y adjudicación, la persona o la familia no sale. Ahora hay personas que viven de eso y viven así», explica esta asesora.

El presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano, Andrés de Gracia, por su parte, confirma que han tenido constancia de okupaciones en la periferia, «además de alguna en la zona Norte de la capital. Además, preocupa el 'mercadeo' de viviendas en propiedad de la Junta en zonas marginales, ocupadas por personas a las que no les corresponde y es complicado recuperar la titularidad».

«También hemos tenido constacia de algún caso en el Casco Histórico; casas vacías, herencias que no se han resuelto o embargos. En esos lugares actuamos cuando las comunidades de vecinos de la zona valora que hay algún elemento que afecta a la convivencia», explica.

Sobre la forma en la que los okupas identifican las casas vacías «no sabemos cómo lo hacen, aunque creemos que habrá personas, observadores que estén pendientes de eso. Por eso los vecinos piden mayor presencia policial como medida preventiva y de control rápido».

El presidente de la Asociación de Agencias Inmobiliarias de Córdoba, Asaicor, José Manuel Vaquero, pone el acento, no en la okupación entendida como la usurpación de una vivienda, sino en el aumento de los casos de inquilinos que, en base a la nueva Ley de la Vivienda, alegan vulnerabilidad «y dejan de pagar la renta», lo que se conoce como 'inquiocupación'.

«Creemos que es injusto hacia el propietario. Además, a causa de esto está decendiendo la oferta en el mercado del alquiler y los inmuebles disponibles salen a unos precios bastante elevados. Se están registradno entre 6 y 8 candidatos por inmuebles y, al final, el dueño del piso elige al más solvente, por lo que los más vulnerables lo tienen más difícil», critica Vaquero.

La Policía Nacional hace una serie de recomendaciones a los ciudadanos para evitar este tipo de incidentes. Entre los consejos se encuentra cerrar la puerta con llave, incluso en ausencias breves, o instalar una serie de medidas adicionales de seguridad, como cámaras de vigilancia, puertas se seguridad o ventanas con cerrojo.

El riesgo de okupación también baja si se dispone de algún tipo de sistema de alarma, ya que es un buen elemento disuasorio. En caso de que la ausencia del domicilio sea durante un tiempo prolongado se aconseja dejar plantas u otros elementos decorativos que indican que la vivienda está habitada en un lugar visible.

También es aconsejable que una persona de confianza vaya de vez en cuando al domicilio para recoger el correo del buzón, subir las persianas o encender las luces de la casa para que parezca que está habitada en esos momentos. Por otro lado, la Policía aconseja mantener contacto con los vecinos y no publicar fotos de viajes en redes sociales. En caso de que los okupas hayan accedido a la vivienda los agentes piden llamar inmediatamente al 091 y que se eviten enfrentamientos directos con estas personas.