Cultura
Cines de verano de Córdoba: una empresa negocia la compra a la familia de Martín Cañuelo
Se haría cargo de los edificios, el negocio y la colección de películas, carteles y máquinas
Los cines de verano de Córdoba siguen en suspenso tras unos meses de fundido en negro
Entrada al cine Fuenseca
El futuro de los cines de verano en Córdoba empieza a despejarse y cada vez parece más viable la idea de que vuelvan en 2024. Después de la incertidumbre creada en este año por la muerte, a finales de abril, del empresario Martín Cañuelo ... , que se había encargado de ellos en las últimas décadas, su familia está en conversaciones avanzadas para vender los inmuebles y el negocio a una empresa especializada en la exhibición.
Lo confirmó a ABC su viuda, Carmen Cabezas, que destacó que las negociaciones van por buen camino y hay «esperanzas» de un acuerdo que permita a la familia entregar los cines de verano a una firma con experiencia que mantenga lo que en Córdoba es una tradición cada verano.
A Martín Cañuelo pertenecían los cines Fuenseca, Delicias y Olimpia, mientras que el cuarto, el Coliseo San Andrés, está en manos de un particular que lo alquilaba cada verano. Su empresa, Esplendor Cinemas, se encargaba de la proyección y gestión de los recintos y de los servicios de restauración.
Su muerte, y la incertidumbre por su sucesión, impidieron que se abrieran en este 2023, pero la familia cree posible que puedan estar en el año próximo, si las conversaciones llegan a buen puerto.
Carmen Cabezas explicó además que la misma firma adquiriría no sólo los inmuebles en que se proyectan las películas y el negocio de exhibición que los había mantenido en las últimas décadas, sino también el amplio legado de Martín Cañuelo.
El empresario tenía una colección «muy importante» de cine, y además de películas en su formato cinematográfico, no en el doméstico. En ella se incluyen también carteles originales de películas y máquinas de proyección de varias épocas.
El sueño de un museo
«Tenía de todo», resumió, antes de contar que ambos tenían planes de hacer una especie de museo, quizá gestionado por una fundación, para poder exhibir una colección con bastantes piezas singulares, y que tuviera un salón de actos donde podrían verse filmes antiguos.
«Era nuestra idea y nuestro proyecto, porque íbamos los dos a una», dijo, mientras contó cómo fueron ella y su padre quienes iniciaron a Martín Cañuelo en el mundo de la proyección de cine, en la parte técnica que hace posible que la película pueda verse en la gran pantalla. Toda su familia se dedicaba a ello.
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