Solidaridad
Centros de día, gazpacho y piscinas para que las personas sin hogar en Córdoba combatan el calor
Las organizaciones no detectan más afluencia, pero redoblan la atención en este verano
Cambiar el horario laboral y de vida por las olas de calor en Córdoba
Fuente Palmera marca la temperatura más alta de España con 44,5 grados
Córdoba
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Iniciar sesiónEvitar estar en la calle en las horas centrales del día, mantenerse a la sombra si es necesario permanecer fuera. Refrescarse, hidratarse continuamente y mantener un entorno con temperaturas no demasiado altas. Cualquiera ha practicado, aunque nunca se haya detenido a leerlas, ... las recomendaciones que la Administración sanitaria da para hacer frente al calor extremo de veranos como este.
Sin embargo, hay personas que no tienen un hogar al que regresar ni alimento garantizado y que por lo tanto tienen que hacer frente a las altas temperaturas, que ayer llegaron a motivar al aviso rojo en una buena parte de la provincia de Córdoba, sin apenas armas y con mucha fragilidad.
Para ayudarles hay varias organizaciones en Córdoba. El director de la Fundación Prolibertas, Eduardo García, constata, como las demás fuentes consultadas, que en este episodio de calor extremo continuado que se está viviendo en julio de 2022 no se está notando una mayor demanda de asistencia. No respecto a otros veranos ni tampoco en comparación con los meses anteriores.
Las organizaciones humanitarias atienden durante todo el año a personas que viven en la calle, y lo hacen en calor con un ritmo parecido al que tienen en invierno, cuando los que no tienen hogar deben hacer frente al frío.
Climatización
La Fundación Prolibertas gestiona el comedor social San Juan Bautista de la Concepción, conocido popularmente como de los Trinitarios y ya veterano en la atención a las personas sin hogar, pero también el centro de día, el Centro Social Casa Libertad, que está en la calle Sagunto, y donde pueden descansar quienes están en esta situación.
Prolibertas procura realizar con ellos actividades que ayuden a sobrellevar una situación que se le hace difícil a toda la sociedad, pero especialmente a las personas que allí acuden. «Están más alterables, por el calor, y más inestables. Los efectos se notan mucho», relata a ABC Eduardo García.
El centro de día tiene, igual que el comedor, climatización para que quienes pasan allí algunas horas puedan evitar los efectos de las altas temperaturas de estos días. Además, se ofrecen actividades que comparten con el resto de la sociedad. En concreto, pueden disfrutar de un día en la piscina.
Eduardo García relata cómo hay un acuerdo para acudir dos veces por semana al complejo municipal de piscinas de la Fuensanta. Acuden en cada ocasión con doce personas de entre las que atienden en sus centros para hacer frente al calor y disfrutar de un rato lúdico.
No es algo raro en quienes no tienen hogar. El director de la Fundación Prolibertas explica que muchos de quienes se encuentran en esta situación recurren a los grandes centros comerciales, si pueden acceder, o en los parques, para refrescarse en el césped en las horas más cálidas.
Tampoco han notado más demanda en Cruz Roja, lo que no quiere decir que se deje de atender a quienes no tienen un hogar al que volver. Fuentes de la institución humanitaria en Córdoba explican que los voluntarios, como todo el año, siguen saliendo las noches de todos los martes, jueves y sábados para atender a las personas que duermen en la calle.
En invierno, sobre toco cuando hay previsión de temperaturas más bajas, se les entrega ropa de invierno y sacos para pasar la noche lo mejor posible. En verano, la situación se intenta aliviar con alimentos que ayuden a reponer los líquidos y nutrientes que el sudor y el calor provocan. Sobre todo, explican las mismas fuentes, gazpacho, comida fresca y fruta.
Eso sí, y aunque el cambio no sea significativo con respecto a otras épocas del año, Cruz Roja mantiene la atención sobre este grupo de personas, especialmente vulnerable en estas situaciones en que no tienen un lugar bajo techo en el que protegerse del sol en las horas en que resulta más duro y en que los efectos de la salud pueden resultar más graves. Suelen ser unas cuarenta personas a las que hay que atender en las calles de la capital.
Lo mismo hace Cáritas en casa Madre del Redentor, que proporciona techo a quienes están en esta situación y ayuda a que la superen, y que también atiende en la calle a aquellos a los que no puede alojar por falta de espacio. La atención se produce durante todo el año, en cada momento con sus circunstancias climáticas concretas, y lo mismo hace el Ayuntamiento.
Un calor como el actual afecta al estado de ánimo y hace que quienes viven en la calle se vuelvan más inestable e irritables
El Consistorio dispone de la Casa de Acogida y Centro de Emergencia Social Campo Madre de Dios, que ya ha atendido a más de medio centenar de personas desde que comenzaron a registrarse episodios de calor al final de la pasada primavera.
Así, la asistencia ha llegado a pasar de 7,5 personas al día, según la jornada, a los 8,3 que se registraron a mitad de este julio, y que pueden haber seguido subiendo a lo largo de las últimas jornadas.
A este centro pueden llegar las personas que no tienen casa en que pasar el día entre las 13.00 y las 20.00. Pueden almorzar, merendar y buscar algo de ropa para cambiarse, pero también ducharse, algo que en este tiempo no sólo tiene que ver con la necesidad básica del aseo, sino también con la de refrescarse frente a las altas temperaturas que se registran en el exterior.
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