Cáritas atiende en Córdoba a 854 personas sin hogar, la mayoría hombres de 36 a 60 años

Con el lema 'Dale like al corazón', la organización asistencial de la Iglesia Católica ha defendido que es posible «que nadie en situación de estar sin hogar se quede sin cobertura«, aunque es necesaria una adecuada disposición de recursos para ayudar.

Como ha explicado este lunes María Calleja, responsable del Programa de Atención a Personas sin Hogar de Cáritas, entre el 1 de enero y 30 de noviembre de 2022 se ha prestado ayuda a 854 personas distintas, de las que 740 son hombres y 442 nacidos en España.

El perfil se corresponde con una edad media entre los 36 y los 60 años, aunque, como ha recordado María Calleja, preocupa el crecimiento entre mujeres, «por una mayor situación de vulnerabilidad y violencia«, y jóvenes, por su mayor tendencia al desamparo social.

Se han cubierto las necesidades de 112 personas en la casa Madre del Redentor, mientras que a 421 se les ha prestado ayuda en la calle por la unidad móvil y 330 sólo la han recibido a través de este recurso, que les ha dado también, y además de ayuda, información sobre las ayudas disponibles a las que pueden acceder.

Un total de 465 personas han llamado a las puertas de la casa Madre del Redentor para pedir un lugar. Como ha recordado María Calleja, la institución dispone no sólo de la casa, sino también del aula de baja exigencia, de pisos protegidos y de las viviendas Virgen de la Merced para personas que acaban de salir de prisión.

El número de personas atendidas por todo el dispositivo es similar la de 2021, a falta de cerrar todos los registros, y, como ha explicado el director de Cáritas, Salvador Ruiz Pino, está en un contexto de progresivo empobrecimiento de la población motivado por la constante subida de los precios.

«Los años 2021 y 2022, marcados por la crisis sanitaria, se parecen a 2009, justo después de la crisis económica de entonces», ha recordado. Así, Cáritas Diocesana ha dedicado 772.000 euros a necesidades de urgencia básica, de los que 158.500 han sido para comida y 128.500 para vivienda en conceptos como pagos de alquiler, habitaciones e hipoteca.