Anécdotas del pintor cordobés

'Carasucia', la modelo que desesperaba a Julio Romero de Torres por ser una «juerguista consumada»

La florista Ana López fue la protagonista de uno de los cuadros más conocidos del artista, 'La Musa Gitana', junto a otros como 'Vividoras del amor'

Este es el vídeo inédito de Julio Romero de Torres pintando a algunas de las modelos de sus obras

'La Musa Gitana', de Julio Romero de Torres, con 'Carasucia' como modelo ABC

D.Delgado

Córdoba

La ingente producción pictórica de Julio Romero de Torres (1874-1930) tiene rostro de mujer; de muchas mujeres, las modelos que inmortalizó en sus telas, y que sirvieron para expresar las tensiones psicológicas del ser humano y las realidades de su contexto social.

El artista recurrió en pocas ocasiones a profesionales: las que aceptaban ser protagonistas de sus lienzos eran particulares, según reconocía el propio Romero de Torres. Durante los años que vivió en Madrid, encontrar «mujeres bonitas y bien formadas» era fácil; pero en Córdoba, tal y como relató el pintor y aparece recogido en el libro 'Julio Romero de Torres: entrevistas y confesiones (1899-1930), de Rafael Inglada, «es sumamente difícil».

«Existe una especie de mojigatería tal que no hay mujer que consienta en permanecer desnuda delante del pintor. Hasta ciertas mujeres de vida airada, que ordinariamente tienen la misión de desnudarse, se niegan en este caso. El pudor tiene también sus secretos sus sorpresas», explicaba Romero de Torres.

Las dificultades no se limitaban a encontrar modelo a la que no le avergonzase posar sin ropa. El pintor cordobés más universal vivió episodios que él mismo recordó a posteriori como «desesperados», en concreto, con una de estas chicas: Ana López, conocida por el mote 'Carasucia'.

'Vividoras del amor' ABC

Esta joven florista sirvió de imagen para el lienzo 'Carmen'; también aparece en 'Vividoras del Amor' y es la protagonista de una de las obras más conocidas del artista: 'La Musa Gitana', por la que López cobró 30 reales y que a su creador le valió la Primera Medalla de la Exposición Nacional de 1908. Pero dio más de un quebradero de cabeza a Julio Romero.

Según relata la historiadora de arte y especialista en el pintor, Mercedes Valverde, en su libro 'Miradas en sepia', 'Carasucia' llamó poderosamente la atención del artista por su perfecta figura. «Vendía claveles por los cabarés cordobeses, 'Patio andaluz' de la calle Fitero y 'Villarosa' de la calle Zorrilla».

La modelo que se escapaba

Romero de Torres la definía como «una juerguista consumada; no puede formarse una idea de ls que hube de padecer hasta conseguir finalizar la tela ['La Musa Gitana']. Que unos señoritos se la habían llevado de farra por unos días a una quinta de Lucena, pues allí que te iba yo a traerme por una oreja a la modelo 'Carasucia'. ¡Una desesperación!».

Las 'travesuras' de la Ana López también pasaban por «escapar» de sus compromisos con el artista. «La llevé desde la Sierra de Córdoba varias veces, casi a la fuerza, montándola a caballo. Se me escapaba sin cesar de Cordoba aquella arista gitanilla y continuamente tenía que volver a la Sierra para traérmela. No sé las veces que tuve que suspender el trabajo ante el ansia de libertad y de independencia que reinaba en aquella linda cabecita loca», contaba Julio Romero.

El éxito de 'La Musa Gitana' sirvió a Ana López para montar su propio negocio y dar estabilidad a su vida. Incluso las crónicas hablan de que ganó unos kilos y no volvió a posar jamás.

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