Las cámaras de seguridad, claves en la investigación del accidente mortal del motorista y la patrulla de Policía Nacional en el Vial

El atestado que está elaborando la Policía Local del Ayuntamiento de Córdoba aún no ha concluido y deberá dar cuenta tanto de la velocidad a la que circulaban unos y otro, las posiciones así como si el coche patrulla había adoptado las garantías mínimas de seguridad y aviso, ya que si se dirigía a una emergencia estaba exento de cumplir las normas de seguridad vial a la que está sometido el resto de conductores.

Para determinar estos extremos, las cámaras de seguridad tanto de establecimientos cercanos como de tráfico viario podrían ser determinantes en esta instrucción, según distintas fuentes consultadas por este periódico.

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Expertos en siniestros señalan que en estos casos hay que determinar si hubo o no algún tipo de imprudencia por parte de los agentes de Policía Nacional y en su caso determinar si esta fue leve o grave. Y recordaron el caso de un choque entre una moto y un coche de la Policía Local reciente en Córdoba capital en el que se comprobó en las cámaras de seguridad cómo la patrulla llevaba activadas las señales acústicas y luminosas, los coches se apartaron, incluso la patrulla frenó, pero la moto implicada en ese siniestro apareció de manera sorpresiva y a gran velocidad sin poder esquivar al vehículo policial impactando contra él, por lo que se procedió a archivar el caso.

El Juzgado de Instrucción 3 de Córdoba, que mantiene abiertas estas diligencias de investigación, ha constatado a ABC que no ha recibido hasta el momento el atestado que está elaborando la Policía Local, pero sí el anuncio de personación por parte de los agentes implicados en el siniestro por si de las conclusiones del atestado se derivara una imputación formal de los mismos.

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Por su parte, en la Glorieta Núremberg, donde aún se encuentran señaladas en el asfalto las marcas donde se encontraba el cuerpo del motorista -que llevaba el casco puesto en el momento del accidente-, vecinos que fueron testigos del accidente hablan de atropello. «Desde la cocina del restaurante escuché un golpe tremendo; sabía que había sido algo gordo, cuando ya salí y vi que era una moto pensé que estaba reventado, que no sobreviviría», ha señalado a ABC un trabajador de la zona que fue uno de los primeros en salir a la calle a escasos metros del accidente.

«Yo no escuché las sirenas de la Policía porque estaba en la cocina; pero sí el estruendo del choque. Cuando salí, vi al joven bocarriba, con el casco puesto, y los dos agentes a su lado sin hacer nada; les dije que lo colocaran de lado, o le hicieran las técnicas de reanimación (RCP) porque veía que se iba a morir, y entendí que ellos sabrían; pero dijeron que no se tocara que venía la ambulancia», ha explicado este testigo.

En cuanto a cómo fue el choque, otro testigo consultado señalan que «fue a escasos metros de un semáforo, en el cruce mismo de la glorieta dirección Agrupación Córdoba, y el impacto fue mortal golpeando la moto con uno de los faros del vehículo en su frontal».

A pocos metros, desde otro establecimiento de hostelería al que sobresaltó el accidente en la media tarde del domingo con las terrazas llenas, uno de los camareros ha recordado que «fue un palo ver al hombre tirado en el suelo, y que llegaron muchos coches de policía de todo tipo, pero la ambulancia tardó en llegar; todos decían que el coche patrulla se lo había llevado por delante».

La familia del fallecido, que no ha querido hacer declaraciones al estar viviendo un momento muy difícil, no descarta personarse como acusación particular en este caso al considerar, como han expuesto en redes sociales, que no se trata de un accidente, sino «de un atropello mortal».

El joven fallecido que tenía 32 años, estaba casado y tenía tres hijos pequeños, se había criado en el barrio de San Andrés donde los vecinos se volcaron con la familia durante su funeral. Hostelero de profesión, también era muy conocido porque regentaba un bar en la calle Previsión (Ciudad Jardín) donde se había ganado igualmente el cariño de su clientela que ha que dado conmocionada por su muerte.

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La Subdelegación del Gobierno por su parte informó hace unos días que esta patrulla se dirigía a un suceso «con las luces encendidas y con la sirena puesta y desgraciadamente en un cruce había un motorista que sufrió el accidente».

En declaraciones a los periodistas, la representante del Ejecutivo central, tras lamentar lo que calificó de «un trágico suceso», informaba de que el motorista «no murió en el acto, pero desgraciadamente murió en el hospital», de manera que «no se pudo hacer nada por él».