Hacia las 2.00 de la madrugada, el fuego que había nacido en la zona del Castillo de la Albaida se reavivó y comenzó a acercarse a la zona en que está la gran escultura de Lorenzo Collaut Valera que se bendijo en 1929. Los vecinos de la zona temieron lo peor.
Los bomberos, sin embargo, decidieron actuar y tomaron la carretera hacia el desierto de Nuestra Señora de Belén. Lo cuentan los vecinos: «Gracias a Dios y a estos hombres, las Ermitas no han ardido». Todos los vieron llegar con el camión hacia la carretera y evitar que el fuego llegara.
«A esas horas había unas llamas tremendas después de que parecía apagado», aseguraron los residentes de esta zona, que mostraron su alivio ante la conversación de un monumento y un conjunto muy importantes para la ciudad.
Dos rayos
Y no habría sido la primera vez en que hubiera una desgracia natural allí. En agosto de 1969 un rayo causó a la escultura del Sagrado Corazón de Jesús importantes daños, de forma que hizo falta una importante restauración. Cuando había terminado llegó otro, ya en 1972.
Hubo que volver a actuar. La rápida actuación de los efectivos del Infoca ha hecho posible salvar el monumento y todo el conjunto de las Ermitas, foco de peregrinaciones, amantes de la espiritualidad, deportistas y enamorados de la belleza.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete