La Bienal muestra en Córdoba las lenguas de la fotografía del arte al documento

Luis Miranda

Córdoba

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03/04/2025
Actualizado a las 12:04h.

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De las artes plásticas, la fotografía es una de las que puede hablar más lenguajes. Está la que tiene más sentido artístico, la documental que recoge lo que está sucediendo y después se convierte en testimonio. La abstracta y la figurativa y aquella que pone a las imágenes al servicio de algo parecido a la pintura por la forma de componer.

De todas ellas hay una pequeña muestra en la Bienal de Fotografía de Córdoba, que cada dos años, los impares, toma el protagonismo en la agenda expositiva de la ciudad mediante una oferta muy amplia. Todavía no están abiertas todas las muestras, porque llegan de forma escalonada, pero ya es visible una parte del contenido.

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Las exposiciones de la Bienal de Fotografía de Córdoba, en imágenes

Valerio Merino

Autores como Margaret Watkins o José Ortiz Echagüe protagonizan las primeras citas

La sala Vimcorsa recuerda la obra de una artista muy singular que se llamó Margaret Watkins, y que se abrió camino en la fotografía cuando todavía era algo de minorías: en las primeras décadas del siglo XX. Nació en Nueva York y aunque no siempre su trabajo tuvo el reconocimiento suficiente, lo cierto es que hoy se le tiene como una de las grandes de su tiempo.

Tuvo contacto con la publicidad y el diseño gráfico, que eran artes nacientes en aquel tiempo, e influyeron en su forma de concebir una obra que siempre es de distancias cortas, de detalles, próxima en ocasiones al dibujo artístico o a la fascinación con la estética industrial.

Están presentes en obras que no pueden ser más que en blanco y negro, por la época, pero que también ya muestran una clara voluntad expresiva, como 'El caballo viejo y las ninfas' o 'Josephine a la luz del sol'. Está presente 'Loro en mano', que es una de las obras más emblemáticas, y que es el testimonio de una creadora que alcanzó en la década de 1920. A partir de entonces, y tras la muerte de su mentor, tuvo que marchar a Europa.

En ello se detiene esta exposición, que muestra sus visiones de París, de Rusia y finalmente de Glasgow, donde se asentó para cuidar de sus tías y donde terminó por asentarse hasta su muerte. La muestra permite al visitante sumergirse en una obra fotográfica llena de sugerencias y permite también contacto con los diseños para publicidad.

En el centro cultural José Luis García Palacios, de la Fundación Caja Rural del Sur, el protagonista es José Ortiz Echagüe, otro autor de la primera mitad del siglo XX, que tuvo alta consideración incluso en los Estados Unidos. De su trabajo se muestra uno de sus momentos más conocidos, que es el 'Sermón en la iglesia de Viguera'.

Fue incluso costoso convencer al sacerdote para que se dejara retratar en el momento de la predicación desde el púlpito. A partir de ahí plasmó tipos humanos españoles y del norte de África, donde estuvo trabajando, todo con una expresividad muy fuerte.

El Real Círculo de la Amistad se suma a la Bienal de Fotografía con dos exposiciones, una documental y otra artística. La primera se titula 'El vuelo del Plus Ultra' y recrea, gracias a la documentación aportada por Juan Manuel Fernández, cómo fue la histórica travesía del hidroavión del mismo nombre. Lo llevó en 1926 el comandante Ramón Franco y realizó el primer viaje entre España y Suramérica, porque llegó hasta Buenos Aires.

Recortes de periódicos y objetos, además de muchas fotografías de los momentos anteriores y posteriores, muestran como fue un hito histórico para la aviación en España y cómo sus protagonistas se hicieron héroes.

En otra de las salas está presente el trabajo de Juan Miguel Alba, un fotógrafo nacido en Málaga en 1955 y que está especializado en las miradas de las personas que encuentra en muchos viajes, desde Haití hasta Cuba, de Vietnam a Perú. La expresividad de la fotografía en blanco y negro resalta las emociones de quienes están posando para él.