Bartolomé Carrillo (Olipe): «No queremos una locura de precios del aceite, sino una mayor estabilidad»

-¿En qué momento se encuentra la cooperativa?

-La cooperativa cuenta con algo menos de 1.000 socios, de los cuales 430 se dedican a aceite ecológico y disponen de unas 9.500 hectáreas, mientras que en olivar biodinámico suman unas 500. Otras 3.000 hectáreas se corresponden con productores de olivar convencional. La situación actual es complicada porque nos encontramos con un nivel mínimo de existencias de aceite, aunque las perspectivas de la próxima cosecha son buenas. Uno de los problemas principales a los que se enfrentan nuestros socios es las dificultades para poder encontrar mano de obra y temen no poder recolectar las aceitunas por esta causa. La comercialización del aceite es complicada actualmente, aunque, gracias a la confianza de nuestros clientes, seguimos con un ritmo de ventas importante.

-¿Qué objetivos se marca como presidente?

-Queremos seguir incrementando la venta de aceite envasado con el fin de que nuestros clientes sepan de donde viene esas producciones y valoren las elevadas calidades que están detrás. Del mismo modo, queremos dar más actividad a nuestra planta de compostaje para ponerla al 100% y que no solo dé servicio a nuestros socios, sino a todos aquellos que quieran adquirirlos. Todo ello para dar una mejor respuesta a nuestros costes fijos. Es un proceso lento por temas legislativos. Asimismo, uno de los grandes peligros que observamos en nuestra zona es la falta de relevo generacional en las explotaciones por las dificultades en la recolección. Hay que tener en cuenta que gran parte de los productores tienen más de 60 años, por lo que nos hemos marcado el objetivo de facilitar la entrada de los jóvenes a esta actividad. Igualmente, queremos seguir apostando por la línea de cosmética, ya que la gran cantidad de polifenoles que tienen nuestros aceites los hacen ideales para elaborar cremas antioxidantes de la piel.

También tenemos el objetivo de montar un museo en una almazara antigua de los años 60 con el fin de mostrar cómo funcionaban estas instalaciones en aquellos tiempos. Es un proyecto que se encuentra en una fase muy inicial. No sabemos cuánto tiempo tardaremos en conseguirlo, pero nuestra intención es ponerlo en marcha, por lo que ya estamos en conversaciones con las administraciones.

-Su olivar se caracteriza, en gran medida, por ser de montaña, que tiene unas características muy específicas. ¿Cuáles son?

-Son cultivos situados en fuertes pendientes y suelos poco profundos. Esas condiciones provocan que las producciones sean bajas y los costes de recolección sean elevados al no poder mecanizarse y necesitarse mucha mano de obra. En este sentido, hay muchos problemas para encontrar trabajadores para nuestras plantaciones, ya que, tras dos campañas sin producción, muchas personas que estaban en las explotaciones se han ido a otros sectores.

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-Olipe es una de las primeras entidades que apostaron por el aceite ecológico en Córdoba. ¿Por qué?

-Fue a partir de 1998. En ese momento el precio del aceite estaba bajo y los costes del olivar de sierra son muy altos. Nos vimos obligados a hacer una agricultura diferenciada a la convencional para que lo que se pagara al productor fuera una cantidad razonable y así conseguir que explotación siguiera adelante. El balance en estos 26 años es muy positivo porque nos ha permitido entrar en mercados internacionales, como Japón, Francia o Alemania. Las empresas de cosmética valoran mucho nuestras producciones.

-¿Qué balance hace de la campaña que acaba de finalizar?

-La campaña ha sido muy mala. Llevamos ya dos años con máquinas que apenas funcionan por la baja cosecha y nuestros costes fijos son altos, más aún teniendo en cuenta lo poco que hemos molturado. Nuestra producción este año se ha situado en torno a los 250.000 kilos de aceite, una cifra muy pequeña, ya que lo normal es llegar a entre 1,2 y 1,5 millones de kilos. Los almacenes están vacíos. Los precios tan elevados generan muchos riesgos. Apostamos por una mayor estabilidad, no queremos una locura de precios.

-En relación a los precios, estos se mantienen en unos niveles elevados, pero en las últimas semanas la tendencia es a la baja. ¿Cómo cree que será su comportamiento en los próximos meses?

-Mi opinión es que la tendencia va a ser estable hasta septiembre, según lo que estamos viendo en los mercados. Cuando comience la nueva campaña, si las previsiones de producción son aceptables, los valores empezarán a bajar.

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-¿Qué efectos han tenido en su zona las lluvias de primavera, sobre todo las registradas a finales de marzo?

-Los efectos son espectaculares. Si esas lluvias no hubieran llegado, nos hubiéramos enfrentado a otro año de desastre. Las precipitaciones han permitido que el agua penetre en el suelo, se han recuperado acuíferos y ha mejorado la situación de los embalses. Los olivos se están desarrollando bien frente a lo ocurrido el año pasado por estas fechas, cuando el cultivo estaba totalmente quemado y ya sabíamos que no tendríamos cosecha. Esperamos que no vengan golpes de calor en mayo porque eso haría daño.