primera Plana
Carreteras a ninguna parte
Hay motivos más que suficientes para que PP y PSOE pisen de una vez el acelerador en la gestión de infraestructuras viarias
Más de 400 kilómetros de nuevas carreteras sin ejecutar atascan a la provincia de Córdoba

Desde enero de 2011, no se ha inaugurado ni un nuevo kilómetro de carreteras de alta capacidad en la provincia. Este escalofriante dato era el eje central por el que transcurría la demoledora y completa información del director de ABC Córdoba, Francisco J. ... Poyato, publicada este domingo. En ella, repasaba el atasco en el que tienen el Gobierno y la Junta más de 400 kilómetros de vías en nuestra tierra.
De esos 14 años y medio en los que Córdoba se ha estampado contra la imposibilidad de mejorar este sistema de comunicaciones, en la Administración central, los primeros siete y medio correspondieron al PP y el tiempo restante al PSOE. En la Junta, hasta enero de 2019 siempre la pilotaron los socialistas y desde entonces la Presidencia la ostentan los populares. En descargo de estos últimos, hay que indicar que al Ejecutivo regional, con ellos al volante, se le ven otras formas. Ahí, están, aunque sean viarios de ámbito más local, la ejecución de la Variante de las Angosturas de Priego o el inicio de la Ronda Norte de la capital en el segundo semestre de 2025, dos obras históricamente aparcadas en el arcén de los despachos.
Los mayores exponentes del freno a estas infraestructuras son la A-81 que debe jubilar a la N-432, del Estado, y la Autovía del Olivar, de la Administración regional. En estos casi tres lustros, estos dos proyectos han circulado únicamente por el papeleo -el Gobierno autonómico ha apuntado a que este año podría licitar la Variante de Cabra y el subtramo Lucena-Navas del Serpillar-. Todo ello aunque nuestra provincia es un territorio en el que se necesita que estas inversiones cojan mucha velocidad. Porque mejores carreteras suponen dar calidad de vida a los ciudadanos o facilitar la actividad de las empresas.
Lo primero es un elemento que ayuda a la retención de la población. Y que a nuestros políticos, de cualquier partido, no se les olvide que la pérdida de habitantes está cogiendo un ritmo al que va a costar enseñarle la señal de 'stop'. Y, por otro lado, es vital cualquier elemento que inyecte gasolina al funcionamiento de nuestra tradicionalmente débil economía. Los motivos citados, más de los de seguridad vial -especialmente dramático es este problema en la N-432- son más que suficientes para que PP y PSOE pisen de una vez el acelerador en la gestión y dejen de tener más de 400 kilómetros de carreteras a ninguna parte.
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