primera plana
La Borriquita: cuando todo está por estrenar
El momento en que la Entrada Triunfal pisa San Lorenzo es un llamador al que responde un ejercicio tras otro la ciudad
Domingo de Ramos en Córdoba, para quedarse a vivir

Estuve el domingo, como otros años, en la salida de la Borriquita. El ambiente que allí se respira, siempre que pueda haber salida, es inolvidablemente bello: la emoción de los niños que descubren una celebración que les acompañará toda la vida, con ... esas sonrisas que se les salen del rostro cuando reciben una estampita o empiezan su bola de cera; las caras de asombro de los turistas; la ilusión de los adultos cuando aún todo está por estrenar...
El momento en que la Entrada Triunfal pisa San Lorenzo es un llamador al que responde un ejercicio tras otro la ciudad, siempre que un infierno hecho de agua (excepcional metáfora de mi compañero Luis Miranda, que es quien realmente sabe de esto) no la haga llorar -tenemos muy presente el calvario de 2024, que ha tenido su prolongación ya en este Lunes Santo-. Tras escuchar su toque, los cordobeses, independientemente de sus creencias, se ponen masivamente en la calle para vivir una cita que tienen incrustada en sus entrañas.
Son jornadas de fervor religioso. Pero también de hacer cuadrilla con familia y amigos para gozar del derroche estético del procesionar de los pasos por el marco incomparable que es la urbe en la que tenemos la suerte de vivir. Y es el momento en el que las cofradías brillan en todo su esplendor. Sería bueno que, cuando el Domingo de Resurrección pase, no se nos olvidara que sus integrantes el resto del año están en la trabajadera del día a día sacando adelante sus actividades, mejorando y embelleciendo ese patrimonio del que disfrutamos todos o atendiendo a los problemas de sus vecinos mediante su obra social.
Debemos tener también presentes en estas fechas a quienes también contribuyen a que tengamos una Semana Santa digna de ser sacada bajo palio. Son los trabajadores de Sadeco; los policías locales y nacionales; los integrantes de los equipos de la Cruz Roja... Eso sí, donde se necesita una mejora por parte de la Agrupación y del Ayuntamiento es en la difusión de una celebración que para sí quisiera cualquier otra urbe. Se trata de contársela al mundo para captar turistas pero también por orgullo; para ir dejando atrás la eterna mala costumbre de flagelarnos demasiado el amor propio.
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