El Ayuntamiento de Córdoba culminará la restauración del retablo de Lineros a final de año
Plantea a Cultura que las pinturas de San Rafael, San Acisclo y Santa Victoria no vuelvan a ser colocadas y que se pongan réplicas
El Ayuntamiento de Córdoba retira los lienzos del retablo de la calle Lineros para iniciar la restauración
El altar a San Rafael de Lineros ya luce sin cables eléctricos
La concejal de Casco Histórico, hoy junto al retablo de Lineros
La restauración del retablo dedicado a San Rafael entre las calles Lineros y Candelaria encara ya su tercera, y última fase, una vez que el Ayuntamiento de Córdoba ya ha acometido la restauración de sus lienzos, que fueron retirados en abril, ... y ha ocultado los cables eléctricos que lo afeaban.
La concejal de Casco Histórico, María Luisa Gómez Calero, ha informado este viernes de que el Consistorio acaba de activar la licitación para la recuperación del retablo propiamente dicho. «La adjudicación será muy rápida», ha asegurado y ha apuntado a que a principios de septiembre puedan comenzar los trabajos, que tienen un presupuesto inicial de 41.164 euros -se rebajará con las ofertas que hagan las empresas aspirantes a acometer esta actuación-. La intervención se había planteado para el verano, pero al final se desarrollará fundamentalmente en otoño.
Su duración será de tres meses, con lo que, según ha apuntado la edil, el retablo debe estar restaurado para final de año. Cuando hayan acabado los tres proyectos desarrollados, el Ayuntamiento habrá invertido unos 75.000 eruos en mejorar el mal estado de este emblemático enclave.
Calero ha explicado, además, que han hecho una propuesta a la Consejería de Cultura para que los lienzos que tiene, de San Rafael, San Acisclo y Santa Victoria -obra del artista cordobés Rafael Díaz Peno y realizados entre 1936 y 1937- no regresen a la calle Lineros. El Ayuntamiento pretende que se expongan en otro lugar, para garantizar su conservación, una vez restaurados. Y en el retablo se colocarían réplicas. Pero será la Administración autonómica la que decida al respecto.
El Ayuntamiento ya ha restaurado las pinturas y ha ocultado el cableado que lo afeaba. Ahora, acometerá la restauración del altar. En total, invertirá unos 75.000 euros
Rosa Lara, técnico de Urbanismo encargada de la actuación, ha explicado en qué consistirán los trabajos que se van a desarrollar para mejorar el deteriorado aspecto que presenta el retablo. Primero, ha hecho un repaso por sus historia: este icónico enclave «surgió en 1801; se reconstruyó en 1925 y en 1937 se restauró. Posteriormente, en el siglo XX, se va deteriorando, y la Diputación en 1997 lo rehabilita y es la imagen que nos llega a nosotros«. »El retablo era neoclásico muy austero, pero la intervención de la Diputación lo barroquiza. Le da un aspecto con más colores, imitando a las piedras barrocas del los mármoles«, ha señalado Lara.
Con los trabajos que han salido ahora a concurso, ha añadido, acometerán varias intervenciones. Habrá una labor de «limpieza y se hará un estudio más en profundidad de los materiales, para ver si hay huellas del pasado, de los anteriores retablos«. »A continuación se consolidará toda la parte de la estructura. Luego, se hará lo mismo con el soporte y ya trabajaremos la capa decorativa, reponiendo también los cuatro faroles, que han ido desapareciendo poco a poco«.
El aspecto final, aún una incógnita
Sobre el aspecto final que tendrá el retablo tras la restauración, ha flotado un halo de incógnita. Lara ha recordado que lo que se ve en la actualidad «no es el original». «Eso no significa que vayamos a volver al original, sino que, en vista del análisis que realicemos, haremos las propuestas para ver si hay algo que podamos mejorar para volver a la imagen más antigua«. En la intervención de la Diputación, de 1997, utilizaron »pinturas sintéticas, que se levantan y funcionan muy mal en ete tipo0 de elementos«.
«Eso hay que quitarlo. Está haciend0 daño a la estructura. Tenemos que analizar y ver si volvemos a reproducir esta imagen con otro tipo de materiales adecuados o si vamos a un aspecto más neoclásico«, ha detallado, para añadir que »en las intenvencones de 1925 y 1937, de las que tenemos fotos, se vía que el acabado del altar era mucho más sencillo, más plano. No eran los colores y el acabado actuales«.
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