patrimonio
El Ayuntamiento de Córdoba adjudica las obras del Templo Romano tras cuatro años de parón
Capitulares selecciona a la firma Ingeniería de la Construcción Cordobesa
El Templo Romano de Córdoba, altar de las demoras: debía ser visitable en 2015 y la obra sigue parada
Córdoba
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Iniciar sesiónEl Ayuntamiento ve la luz al final del largo túnel que atraviesa el proyecto de la reforma del Templo Romano, cuyos trabajos llevan paralizados desde abril de 2019. Entonces, la firma adjudicataria de las obras pidió abandonarlas, cuando no las tenía ejecutadas ni ... al 20%, y se inició el habitualmente farragoso proceso para anular un contrato público.
Ahora, el Consistorio acaba de seleccionar a la firma que se encargará de ejecutar los trabajos necesarios para que este espacio monumental sea visitable. El contrato aún debe formalizarse, pero la firma ganadora de la licitación es Ingeniería de la Construcción Cordobesa, compañía de la capital como su nombre indica. Se ha impuesto a la otra aspirante que se había presentado a este concurso, Lorquimur.
Las obras en el Templo Romano de Córdoba no llegarán hasta este otoño
Luis MirandaEl Ayuntamiento continúa con el proceso de adjudicación mientras limpia de maleza el monumento
La compañía que se ha adjudicado estas obras se ha comprometido a ejecutarlas por 697.556 euros. Son 54.364 menos del valor inicial de licitación, con lo que el ahorro para las arcas municipales es del 7,2%. Esta cantidad se financiará con fondos procedentes de los Next Generation (partidas inyectadas por la UEpara recuperar la economía tras la crisis del Covid). El Consistorio logró ese dinero procedente de Bruselas en noviembre de 2021. La actuación, una vez que arranque, durará ocho meses.
Las obras para hacerlo visitable costarán 697.556 euros y, una vez que arranquen, se prolongarán a los largo de ocho meses
Con esta intervención, se generarán una serie de plataformas que permitirán que los visitantes, cuando accedan por la calle Claudio Marcelo, puedan recorrer los restos de todo el conjunto y no sólo mirar las columnas y capiteles desde fuera. Habrá además una conexión con los restos arqueológicos que están en el edificio del Ayuntamiento y un pequeño centro de interpretación para que los visitantes puedan tener conocimiento del templo de culto imperial que se levantó en el siglo I y ser capaces de reconocer sus distintas partes y el aspecto que pudo haber tenido.
Uno de los objetivos de este proyecto es lograr que los turistas, siempre muy centrados en ver la zona de la Mezquita-Catedral y el Alcázar, suban al Centro. Se ayudaría así a descongestionar la citada zona.
Córdoba se dotará así, además, de un nuevo atractivo para acudir a la ciudad, algo que siempre es importante en una urbe que tiene al viajero cultural como un elemento fundamental de su turismo, un sector importante para la economía local; a la espera de que la apuesta por el visitante de negocios dé sus frutos. Córdoba busca ganar posiciones en este último segmento gracias a su flamante Centro de Ferias y Convenciones municipal y al remozado y ampliado Palacio de Congresos de la Junta.
Gran demora
De vuelta al Templo Romano, con la reanudación de las obras se cerrará un episodio sonrojante. Su puesta en valor se incluyó en el Plan Turístico que firmaron en junio de 2014 la Junta y el Consistorio. El Ayuntamiento aportaba dos millones y el Ejecutivo regional ponía tres para desarrollar actuaciones en este sector.
La intervención estaba prevista en el Plan Turístico, cuyas actuaciones debían estar listas para 2016
Todos los proyectos debían estar listos en 2016 —el documento recogía, en cuanto a esta actuación concreta, que se ejecutara entre 2014 y el primer semestre de 2015—. Tras varias prórrogas, en 2021, este programa de inversiones se finiquitó con el resultado de que Capitulares perdió 1,36 millones. Entre las iniciativas que no se acometieron completamente estuvo la del Templo Romano.
Porque en marzo de 2017, con cargo al citado Plan Turístico, sí se realizaron unos trabajos de limpieza y restauración. En aquel momento, el entonces edil de esta materia, Pedro García (IU), preveía que el monumento fuera visitable en la primavera de 2018. En el citado año, en julio, lo que sí se produjo fue el inicio de las obras para que se pudiera contemplar este monumento a pie de restos. La intervención iba a durar cinco meses, con lo que en diciembre de ese ejercicio debían haber estado listas.
Lo que sucedió fue que la firma adjudicataria de los trabajos, la extremeña Arquepec, acabó parando las obras en abril de 2019. Pidió rescindir el contrato, según explicó el Ayuntamiento en aquel momento, porque «asumió la obra con una baja muy grande económica sobre el valor de licitación inicial y dice que está perdiendo dinero».
Dio la espantada sin que hubiera ejecutado ni el 20%, lo que impedía que, sin concurso, otra firma pudiera asumir los trabajos. Arrancaba así un largo proceso de anulación del contrato. Y fue en abril del presente ejercicio cuando el Consistorio logró activar una nueva licitación para estas obras, que está ahora a punto de dar sus frutos.
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