Se busca kamikaze

Por no haber, no se convocarán ni primarias para elegir al cabeza de lista de las elecciones municipales del próximo 28 de mayo. Por una sencilla razón. Nadie quiere ser candidato al cataclismo que se avecina en la formación naranja. Los cuatro concejales han dicho que no. Que tienen cosas mejores que hacer que estrellarse en los comicios locales de primavera. A los cuatro se les ofreció la oportunidad histórica de representar a su partido. Los cuatro declinaron. Del quinto concejal, el señor David Dorado, hoy edil no adscrito por las razones que usted y yo sabemos, mejor no hablamos.

Hasta ahora la confección de las listas electorales han sido un campo de sangre y fuego. Una trinchera de metralla y vísceras. Hemos visto cuchilladas despiadadas entre militantes que hasta antes de ayer eran hermanos de cuna. Tiroteos a plena luz del día por un puesto de salida. Asesinatos a bocajarro. Ejecuciones sumariales. Linchamientos por encargo. Familias destrozadas. Gente aniquilada de la que nunca más se supo.

Y, sin embargo, ahí tienen. Una candidatura vacante y cuatro concejales mirando para otro lado. Nunca vimos una paz tan de cementerio en la recta final de unos comicios. Un silencio estremecedor que acojona nada más abrir la puerta del grupo municipal. Porque la puerta de la sede ya no se puede abrir. Está chapada a cal y canto desde septiembre.

Si nadie quiere ser el número uno, imaginen el número dos. O el siete. O el catorce. Pase usted primero, caballero. Qué disparate. Pase usted primero, señora. Y así, entre modales exquisitos y una elegancia versallesca, se pasan los días en el comité de listas de Ciudadanos a la busca de un kamikaze que no tenga inconveniente en inmolarse el 28 de mayo del año en curso.