El Archivo Municipal de Córdoba adquiere una colección con 2.100 fotografías de 1852 a 1961

El Archivo Municipal de Córdoba acaba de adquirir la colección fotográfica del fotoperiodista A. J. González, formada a lo largo de más de cuarto de siglo y que reúne más de 2.100 obras, desde 1852 hasta 1961, y siempre de gran valor documental y artístico.

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La colección se incorpora ahora a la fototeca del Archivo Municipal y muy pronto estará accesible a través de internet a todo el mundo, como sucede desde 2004 con todo este fondo, algo en lo que Córdoba es pionera, porque puso su fondo fotográfico a disposición de todo el que lo quiera consultar.

«Aunque el coste haya sido importante, sí que ha merecido la pena la adquisición de este legado», aseguró la delegada de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba, Isabel Albás.

Antonio Jesús González explicó que su colección nació del momento en que empezó a estudiar los orígenes de la fotografía cordobesa. Se acercó a mercadillos, a puntos de nivel nacional e internacional y comenzó a hacerse con imágenes que pueden estar entre las primeras que se tomaron de la ciudad.

«Me salía más barato comprar originales que pagar los derechos para reproducir las que se conservan en la Biblioteca Nacional y en otros organismos», dijo. A partir de ahí, comenzó a comprar en busca de «la iconografía que no está» y también de las fotografías que destacan por su excelencia.

Los primeros fotógrafos que llegaron a Córdoba, a mediados del siglo XIX, lo hicieron atraídos por los monumentos y sobre todo por la Mezquita-Catedral. En aquella época, recordó Antonio Jesús González, viajar no era tan sencillo y tener la fotografía significa casi conocer la ciudad, «porque por primera vez había una imagen fiel».

Por eso aparecen el interior del templo, muy complicado con aquellas cámaras, además de la Puerta del Puente, el Guadalquivir, el hospital de San Sebastián, el paseo de San Martín, donde hoy está el bulevar del Gran Capitán, o la Cuesta del Bailío, con una fisonomía muy distinta a la actual. No faltan algunos de los cordobeses de aquellos años.

Su colección llega hasta la década de 1960, ya con imágenes a color también bastante valiosas, pasando por algunos de los pioneros en el siglo XX, como Señán. A lo largo de este tiempo, Antonio Jesús González ha buceado por internet en busca de nuevas imágenes y a veces, como confesó, incluso ha tenido que vender algunas para comprar otras, por su interés.

Es más, tras la venta de este rico fondo al Ayuntamiento, donde ahora estará a disposición de todos los cordobeses, continúa buscando y adquiriendo material en que se cuenta la historia de la fotografía en la ciudad.