«Los árbitros y árbitras profesionales deseamos mostrar nuestro rechazo a los ataques que nuestro compañero está recibiendo a través de las redes sociales y que le afectan tanto a él personalmente como a su entorno familiar», indicaron en un comunicado del Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
«Unos ataques que se suman al odio y violencia verbal con el que cada fin de semana tenemos que desempeñar nuestro trabajo profesional y que en las categorías de base llega a convertirse, de forma aún más lamentable, en violencia física en muchos más casos», ha lamentado este colectivo.
En el caso de Munuera Montero, tras el partido entre el Real Madrid y el Osasuna, vio cómo su cuenta de Instagram se poblaba de insultos y graves amenazas. En cuanto a estos últimos, había comentarios del tipo de «Te mataré» o «Debes temer por tus hijos».
Hubo también muchos mensajes en los que se colgaron emoticonos con cabezas de cerdo o ratas para insultarle. Igualmente proliferaron los que le acusan de recibir sobornos por su arbitraje. Este descatacado colegiado, con una trayectoria sobresaliente, se ha visto enfrentado al lado más desagradable e inaceptable del fútbol.
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