La tregua de la lluvia deja una 'tensa calma' en Córdoba pese a la crecida del río y que los embalses no bajan el ritmo de desagüe

Así se ha puesto de manifiesto en la reunión de final de la mañana celebrada en el Ayuntamiento de Córdoba con todas las administraciones y servicios operativos y que ha arrojado optimismo entre los presentes. La situación sigue igual, empero, con Córdoba en situación de 'Emergencia Fase 1' y los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) siguiendo con lupa caudales, entradas y salidas de agua en pantanos y todos los datos a su alcance.

El alcalde de Córdoba, el popular José María Bellido, ha comparecido este martes para informar de la situación provocada por la crecida del Guadalquivir fruto del tren de borrascas que sufre nuestra tierra.

Ha resumido el escenario actual indicando el escenario que se espera para la presente jornada: «El horizonte es que, durante un tiempo, seguirá creciendo el nivel del río y habrá un pico. Y si el pronóstico es correcto, a lo largo del día debería empezar a bajar».

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Davinia Delgado

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Ha indicado que, aunque la vigilancia, se mantiene en todas las parcelas del entorno del Guadalquivir, ahora «estamos muy atentos a Ribera Baja, que es donde la situación se puede complicar más». «Allí, no ha habido afección en la noche del lunes ni en la madrugada. Ahora mismo, tampoco, con lo que no ha habido necesidad de hacer variaciones. Mantenemos vigilancia allí, y en otros puntos, porque el río va más fuerte que ayer», ha indicado.

El alcalde ha explicado que sobre las tres de la madrugada se ha ordenado el desalojo de diez viviendas en la calle la Tórtola (Guadalvalle), uno de los puntos calientes cuando el Guadalquivir se viene arriba, por la crécida del Guadalquivir. «Subió el agua en ese punto al nivel de rodillas». ha expuesto gráficamente.

Éstos se han sumado a los que ya se habían producido de forma voluntaria en los enclaves ubicados junto al cauce. También se ha producido el levantamiento de un asentamiento en el arroyo Pedroches.

De las familias que tuvieron que ser desalojadas en Guadalvalle, ha explicado el gobierno municipal, «ninguna requirió ayuda» para realojarse. De las que se fueron voluntariamente, un par de ellas sí pidieron coloabroación y se les ha brindado alojamiento.

El alcalde ha continuado explicando que, en caso de que la situación obligara a ello, «las órdenes de evacuación serán progresivas». «Estamos vigilando el crecimiento del rio, para ir desalojando las necesarias», ha apuntado. Se presta, además, una especial atención a las personas que tengan una situación de movilidad reducida.

«Tenemos que evaluar la situación [a lo largo de la jornada] y ver si mantenemos el nivel de emergencia uno, que declaramos en la noche del lunes, o si volvemos al de preemergancia», ha asegurado. Ha añadido que el gobierno municipal seguirá «muy atento» a la evolución de la situación. Se continuará con la «vigilancia» en los puntos de riesgo -básicamente Guadalvalle, Altea. Ribera Baja y Camino de la Barca (Alcolea) hasta que «se tenga la seguridad de que no hay nuevas afefcciones a parcelaciones».

Los datos de que se disponen en tiempo real, ha asegurado Bellido, son que el río sigue en nivel rojo, con una altura de su lámina de 3,59 metros, cuando dicho grado de alerta se declara con 2,5, en el punto de medición de Casillas.

En este momento, ha continuado, el «Guadalmellato está desembalsando a un rtimo de 631 metros cubicos por segundo, porque entra mucha agua del Cuzna». Está «sobrepasada» su capacidad y está librando agua, pero, ha recordado el primer edil, ayer «lo hacía a 330-350». «Eso va al pantano de San Rafael de Navallana y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) nos comunicó que iban a abrir nuevas compuertas. Desembalsa a 587,55 metros cúbicos por segundo, cuando el lunes por la tarde noche eran en tornoa 330-350», ha indiado Bellido.

Todo ello hace que «tanto anoche como hoy el nivel de alerta por el río sea rojo y subiendo ahora mismo, con desembalses cada vez más fuertes de San Rafael de Navallana al Guadalquivir [útlimo punto de medición del estado del río para la capital], provocados porque los embalses están al máximo y el río Cuzna también está muy alto». Como elemento positivo, ha señalado que «sí ha bajado» el nivel del río en el punto de medición «del Guadajoz en Valchillón, lo que puede tener algo de efecto en Guadalvalle y la Altea [parcelaciones contiguas]».