El ahorro de los cordobeses toca techo en plena escalada de precios y crisis

Esa capacidad de 'guardar' reservas económicas ha sido una constante en momentos en los que la movilidad y la economía se han visto acortadas con restricciones que han provocado una seria crisis que ya ha rebotado, pero que se ha dado de bruces con la altísima inflación y la guerra de Ucrania. Un panorama que está propiciando un nuevo panorama de recortes y hasta subida de tipos, por lo que el horizonte apunta a que esa capacidad de ahorro puede subir más peldaños.

En estos dos años, los cordobeses y particulares como las empresas así como las administraciones públicas han dejado de gastar 1.896 millones de euros que se han quedado en sus cuentas. De ese montante, 1.728 corresponde a la parte privada y 167, a la pública.

En la parte de los créditos también se ha producido una subida pero de menor calado, al menos, en términos generales, porque en el caso de las administraciones públicas su endeudamiento ha crecido como la espuma. Según los datos del Banco de España, en el primer trimestre de este año las entidades bancarias tenían prestados 13.614 millones de euros como créditos vivos, de los que 12.658 eran de particulares (empresas y familias) y 956 de las diferentes administraciones. El incremento es del 8,3% en esos veinticuatro meses.

Ahora bien, éstas han aumentado desde marzo de 2020 un 71% su bolsa de dinero prestado para la parte pública, muy en relación a los esfuerzos extraordinarios que la pandemia les ha llevado a asumir, bien quitando de otras partidas, bien generando esa deuda para ayudas socioeconómicas o gastos de prevención internos y para sus vecinos.

También aquí entrarían otros niveles como la Diputación, la Junta de Andalucía y en menor medida el Gobierno. En apenas dos años han pasado de 585 millones en créditos a 956, por cierto, la cifra más alta de la serie desde incluso los años previos a la crisis financiera, cuando la economía y su pata inmobiliaria llenaban las arcas locales.

Para el caso de las familias y el tejido productivo, el aumento de la deuda equipara al crecimiento general: un 8,3%. La diferencia absoluta está en 557 millones de euros más que han salido de las entidades.

Por otro lado, si las entidades bancarias llevaban años, antes de la pandemia, trabajando en la digitalización de su operativa y atención a los clientes, el coronavirus ha acelerado de manera notable esta tendencia. La crisis financiera (de 2008 a 2018) aceleró muchas salidas laborales en bancos y cajas, sumidos en problemas muy serios de liquidez. Córdoba contaba antes de todo este tsunami con cerca de 700 oficinas abiertas al público.

El 'bocado', años después, llegó hasta las 430 con las que el sistema en la provincia funcionaba horas antes de estallar la pandemia. En estos dos últimos años, y según los datos del propio banco emisor, la rebaja de oficinas en Córdoba ha sido del 17% en el modo presencial. De esas 430 se ha pasado a 358 en marzo de este año (72 sucursales menos funcionando). De fondo, el debate sobre la asistencia a los pequeños municipios y una mayor cabida a los servicios telemáticos.