Miles de agricultores, a los ministros de la UE en Córdoba: «Si esto no se apaña, caña, caña, caña»

Los altos cargos comunitarios celebran un plenario para abordar las soluciones a la sequía y el avance de las técnicas genéticas y de las nuevas tecnologías para combatir el uso de fertilizantes.

Si en la sede del encuentro ministerial todo es quietud -a última hora de la mañana está prevista una rueda de prensa conjunta del ministro Luis Planas y del comisario europeo Janusz Wojciechowski-, en las afueras reina el ruido, la pancarta y la queja.

La de los empresarios agrícolas llegados de gran parte de España - de Murcia, de Sevilla, del País Vasco, de Valencia, de Aragón- para reclamarles a las autoridades europeas soluciones firmes contra el el alza de los costes de producción y, sobre todo, más control de las importaciones.

La concentración, custodiada por un fuerte dispositivo de seguridad de la Policía Nacional, está organizada por Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agroalimentarias, y ha contado con el respaldo del PP y de Vox.

Francis Ortiz viene del altiplano de Granada y luce junto al Puente Romano una pancarta en la que se pregunta que cómo vamos a comer cuando la agricultura sea inviable. Llegado de Castril de Campo, se gana la vida con el cereal, el almendro y el olivar.

«Pedimos ayudas por la sequía y que haya un control de las importaciones, que les pongan los mismos requisitos que a nosotros. Por la crisis que vivimos hemos bajado un noventa por ciento en la producción del olivar y trabajar la ganadería es cada vez más difícil, más inviable porque los costes son inasumibles y no hay agua para los animales», se queja el pequeño empresario.

«Fuera, fuera, fuera». «Con el campo no se juega». «A ver si nos escuchan». Las voces de los agricultores no han cesado en una concentración que ha discurrido sin incidentes.

Paco Sánchez, de Villanueva del Arzobispo (Jaén), ha sido uno de quienes no ha dejado escapar la oportunidad de mostrar su descontento. «El abono está cada vez el abono está más caro y el aceite se vende pero la ganancia se la lleva el intermediario. Y luego entra el aceite de Marruecos, al que le ponen menos requisitos que al nuestro, y eso no puede ser», lamenta.

De Huesca viene Abel Contreras, dedicado desde que tiene memoria al cereal. «Mi abuelo y padre ganaron dinero, me enseñaron que si me esforzaba podía vivir bien del campo. Pero a mí me han tocado los tiempos de la ruina. Y todo por las tonterías de los de Bruselas», exclama.

Cerca anda Rosario Núñez, la pareja del propietario de una explotación arrocera de la provincia de Sevilla. «La Unión Europea cada vez exige más: ahora, cada agricultor necesita gabinete de contables, de gente que sepa de leyes y de números para poder funcionar: todo ese rollo del cuaderno digital... Y luego no hay control ninguno de las importaciones. No puede ser que la UE nos ponga a los de aquí el listón tan alto y a los de afuera les dé vía libre», reflexiona Rosario.

Consciente de que las protestas del sector empañan la reunión ministerial que hoy acaba en Córdoba, LuisPlanas, se reunió ayer, con cooperativas y organizaciones agrarias de la Unión Europea y de España, tal y como han difundido hoy los servicios de prensa de la RIM.

Al encuentro acudieron las organizaciones agrarias europeas (COGA), las cooperativas agroalimentarias comunitarias (COGECA), la Cooperativas Agro-alimentarias de España, la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG) y de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA), que este lunes celebró en la ciudad una junta directiva nacional, declinó asistir, afirman los servicios de prensa.