AENA deja abierta la puerta a que el aeropuerto de Córdoba opere con torre remota

Una de las curiosidades del contrato es que, en cualquier momento, AENA se reserva la carta de establecer una operativa distinta de la establecida como normal en lo que concierne al contrato. Y es que el operador ha dejado abierta la puerta tanto a las nuevas torres de control virtuales como a que se produzca un incremento del tráfico aéreo que obligue al sistema habitual basado en el trabajo de los controladores de toda la vida.

Las torres de control virtuales son un paso más dentro de la entrada de la tecnología en los aeropuertos. Lo habitual es que haya técnicos detrás de una mampara de cristal para dirigir las operaciones dentro del recinto aeroportuario. Las nuevas tecnologías permiten una racionalización de los costes. Los sistemas consisten en la creación de un grupo de cámaras con el objetivo de que los controladores a distancia puedan tener mejor conciencia de la situación que lo que verán a simple vista.

En los aeródromos donde se está montando, se están instalando cámaras de ultra 4K y con capacidad para una visión de 360 grados facilitando el procedimiento al operador. El nuevo sistema es una puerta abierta a la entrada de la inteligencia artificial. El sistema está pensado para un abaratamiento de costes. En Vigo, por ejemplo, se van a gestionar tres torres de control. La propia y dos de manera remota. El sistema tiene todos los parabienes de los organismos reguladores de seguridad portuaria. Indra, la empresa pública, es una de las organizaciones que ha desarrollado sistemas de control con capacidad para integrar inteligencia artificial.

Un segundo elemento que ha dejado abierto AENA en sus relaciones contractuales tiene que ver con el sistema de control del tráfico aéreo del aeropuerto de Córdoba. En estos momentos, el sistema AFIS es más que suficiente para el tráfico que tiene el aeródromo cordobés.

AFIS son las siglas de «Aerodrome Flight Information Service» en el que se proporciona, como su propio nombre indica, información sobre la situación meteorológica, del aeropuerto o de posibles riesgos a la hora de despegar o aterrizar. El de Córdoba tiene unas 30 horas de servicio semanales, ampliables a 45, aunque con una serie de hitos o guardias de imaginaria: vuelos de Estado, de traslados de órganos o imprevistos.

El contrato firmado con AENA con Saerco para prestar el servicio explica expresamente que, en cualquier momento, se puede pasar a un sistema ATC, correspondiente a las siglas en inglés de Control de Tráfico Aéreo. Son los controladores de Enaire que se ocupan de los aeródromos de mayor tamaño. Estos asumen, a su vez, la responsabilidad de lo que ocurre en el tránsito aéreo. La información que ofrecen ambos sistemas es muy similar. La diferencia estriba en que el ATC es el procedimiento habitual cuando existe mucho tráfico áereo. Si algún día Córdoba cambiase a este sistema de control es porque se han producido un interés efectivo de las aerolíneas por operar.