crónica negra
El crimen del Cortijo de los Libros
En octubre de 1921, el jornalero José María Cantero mató con su aguijada al aperador de la finca en la que trabajaba
d.d.
El pasado de Córdoba está salpicado de episodios marcados por la tragedia. Muchos de ellos tuvieron lugar en entornos rurales, como el denominado crimen del Cortijo de los Libros , un fatal suceso que produjo a finales de octubre de 1921 ... , y que aparece recogido en el libro «Crónica negra de la historia de Córdoba. Antología del crimen» , escrito por el exmagistrado de la Audiencia Provincial de Córdoba Antonio Puebla Povedano y el comadante de artillería en la reserva José Cruz Gutiérrez.
Según rememoran los autores en su texto, en el citado cortijo trabajaba como bracero José María Cantero , natural de Lucena, de 23 años de edad y que era conocido como «El Mulo» . Un día antes de cometerse el fatal suceso, el jornalero tuvo un enfrentamiento con el aperador, Francisco Galán Toledano , y se marchó con la intención de no volver más, si bien un compañero de fatigas le convenció para que regresara.
Así, a la mañana siguiente, el 28 de octubre de 1921, Cantero comenzó su trabajo a las órdenes de Galán. Al rato, éste observó que «El Mulo» no maniobraba con la yunta como debía , «pues los surcos que hacía no llevaban la regularidad conveniente para remover y voltear la tierra. Natualmente, se lo hizo saber al empleado en tono algo más que admonitivo , puesto qu el incidente del día anterior pesaba todavía en el ánimo de ambos», recoge el libro.
Acometida por la espalda
Como era de prever, se inició entre jornalero y aperador una nueva discusión que medió sin ningún tipo de insulto: acabó con la marcha de Galán, que dio la espalda al mulero y se marchó. Sin embargo, «apenas hubo andado tres pasos, fue acometido violenta e inesperadamente por José María , el cual estaba colocado en una posición superior». El trabajador le golpeó en la cabeza con una béstola, llamada también arrejada o aguijada, y que consiste en un instrumento de labranza utilizado para separar la tierra adherida a la reja del arado. Está configurada como un palo fuerte que tiene en uno de sus extremos un hierro en forma de pala.
La agresión produjo al aperador un hematoma de cráneo y fractura de la bóveda craneana , lo que le provocó hemorragias cerebrales y su muerte a los pocos instantes . El homicida se marchó del cortijo, aunque al mediodía se presentó, voluntariamente, ante el cuartel de la Guardia Civil de Fernán Núñez.
El crimen del Cortijo de los Libros
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