NORMAS
«El presidente actuó conforme a su criterio y al Reglamento»
La asociación defiende que se negara el indulto que Finito pedía para el toro
LUIS MIRANDA
«Las funciones de un presidente se parecen más a las de un juez que a las de un político: debe aplicar las normas existentes, pero no puede plantearse ni inventarse medidas que no sean las reglamentariamente aprobadas». La Asociación Nacional de Presidentes de Plazas ... de Toros de España ha salido en defensa de Manuel Rodríguez Moyano, que ostentó este puesto en la corrida celebrada en el Coso de los Califas el pasado 30 de mayo, y que negó de forma sistemática el indulto del segundo toro de Finito de Córdoba, reclamado de forma insistente primero por el diestro y más tarde por casi todo el público.
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La entidad ha elaborado un contundente escrito en el que comienza destacando «el acierto y el buen hacer de la Presidencia» durante el festejo. No en vano, el espectáculo está «sometido a reglas cuyo cumplimiento es obligado», y el presidente «debe ser el primero moralmente y velar para que se cumpla». Así, el artículo 60 del Reglamento Taurino de Andalucía dice que el indulto del toro es potestad de la Presidencia como medida muy excepcional cuando el animal haya tenido «un comportamiento excelente en todos los tercios, especialmente en la suerte de varas», y que tenga también las características zootécnicas adecuadas. «Si el presidente consideró que el toro no tuvo ese buen comportamiento en algunas de las suertes entonces actuó de conformidad a su criterio y a la discreción que el Reglamento le permite».
«El papel del presidente se parece más al de un juez que al de un político»
Es decir, actuó conforme a la norma aprobada y de forma correcta. El escrito ensalza a Manuel Rodríguez Moyano, «uno de los presidentes más veteranos de España tanto pOr edad como por número de corridas a sus espaldas». Con su decisión se puede discrepar, y esas opiniones «entran en los términos de una sana libertad de expresión», pero la Presidencia «hizo lo que tenía que hacer», que era indicar repetidamente al torero que matara al animal, hasta que se dieron los tres avisos.
«La tarde que pudo ser apoteósica acabó siendo polémica», dijo sobre la actitud de Finito, a quien se recriminó que matase a «Laborador» tras los tres avisos, cuando el Reglamento dice que en ese caso hay que apuntillarlo. También se reflexiona sobre las «corridas sociológicas, en las que se dan una serie de condicionantes externos» y recuerda que el indulto no tiene consideración de trofeo.
«El presidente actuó conforme a su criterio y al Reglamento»
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