3.000 afectados
El candidato de Ganemos fue directivo en una firma que dejó tirados a sus inversores
Ejerció de ejecutivo en una empresa que ofrecía remuneraciones de hasta once veces lo invertido en un plazo de 20 años
rafael ruiz
El candidato de la agrupación de electores Ganemos Córdoba, Rafael Blázquez, ejerció hasta 2008 de director comercial de la empresa Maderas Nobles de la Sierra de Segura (MNSS), una sociedad que a la postre ha generado un problema de gran entidad para unos 3.000 ... pequeños inversores tras captar cerca de 20 millones de euros en ahorros privados. El dinero, tiempo después, se volatilizó dejando tirado a quien apostó por este modo «ético» de invertir. Un abogado de la plataforma de afectados explica cuál es la naturaleza piramidal de la cuestión: «Es como Forum-Afinsa pero con árboles en vez de con sellos».
Un juzgado de Valencia tramita el concurso de acreedores de la sociedad, propiedad de Juan Valero, y la plataforma de afectados creada prepara iniciativas penales contra el administrador de la firma y contra la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por no haber supervisado esta inversión. Rafael Blázquez figura en el procedimiento concursal como afectado ya que fue, a la vez, vendedor del producto y víctima de las pérdidas.
Maderas Nobles de la Sierra de Segura tenía un esquema de inversión peculiar. Consistía en apostar los ahorros en la plantación de árboles autóctonos para conseguir, pasado el tiempo, una plusvalía por el aprovechamiento maderero. Ni el perfil de Ganemos sobre el candidato ni su cuenta en la red social LinkdIn dan fe de que fuese directivo de esta mercantil con sede en Valencia.
Los documentos de la empresa divulgados por la plataforma de afectados aseguran que Blázquez fue el responsable de la política comercial, de la captación de clientes. Un informe sobre inversiones aparece firmado por él y con el número de móvil que aún utiliza. Una noticia aparecida en la edición gallega de «El País» en 2007 lo identifica como el máximo representante de la firma en esa comunidad.
En esos momentos, la empresa estaba cerrando acuerdos para la explotación de montes públicos. «Queremos poner nuestro granito de arena para que Galiciadeje el monocultivo de una especie foránea (los eucaliptos) de dudoso valor ecológico y económico», explicaba el candidato a la Alcaldía por Ganemos Córdoba en la información publicada el ocho de enero de 2007. En ese año, aseguran los afectados, se dejaron de pagar los seguros sobre las inversiones.
Maderas Nobles de la Sierra de Segura alquilaba fincas en Albacete y Pontevedra para plantar los árboles que pagaban los inversores. Los denunciantes dicen que las especies o nunca se sembraron o están muertas, inservibles para su aprovechamiento maderero. En algunos casos, los riegos ni siquiera se llegaron a instalar.
Un beneficio enorme
Para hacerse una idea, el documento comercial calculaba que invertir en madera cultivada de forma sostenible era un enorme negocio. Un lote de diez nogales costaba 3.609 euros durante 20 años. Sobre un precio de la madera de primera calidad de 1.200 euros por metro cúbico en 2008 y un incremento anual del 8 por ciento, la cantidad que se recibía con el árbol cortado eran 40.271 euros, once veces lo arriesgado. Se trata de un 12,69 por ciento de plusvalía anual, que se reducía a un 6,84 en la madera de segunda.
El lote llamado Biodiversidad iba con tres serbales, tres cerezos y cuatro tilos por 3.304 euros durante 22 años. La cantidad que recibía el inversor tras dos décadas eran 48.146 euros sobre un incrementos teórico del precio de la madera cercano al ocho por ciento al año. En el caso del lote Castaño (1.700 euros durante 25 años), la plusvalía recibida era del 9,04 por ciento anual. La empresa retenía un diez por ciento del valor final. Solo inversiones especulativas de riesgo pueden generar un lucro parecido. Los contratos reconocen que es una inversión no garantizada y que se plantaban más árboles de los precisos para hacer frente a las bajas.
En una especie de preferentes verdes, existía y existe la posibilidad de desprenderse del lote si alguien lo adquiere, cosa que en estos momentos no parece viable. La inversión media, según la denuncia realizada, asciende a 6.000 euros. Distintas manifestaciones publicadas en prensa regional y nacional aseguran que, a día de hoy, los árboles no existen y que el dinero que la firma invirtió, con posterioridad a la salida de Rafael Blázquez, en albergues ecológicos también se ha perdido.
En octubre, la sociedad aprobó una ampliación de capital que no da la impresión de haber prosperado toda vez que el caso se encuentra en un procedimiento concursal por insolvencias. El informe técnico de la plataforma de afectados aconseja que se dé por perdido lo invertido e iniciar nuevas plantaciones si se quiere hacerlo bien en esta ocasión.
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