Los viernes ya traen cola en Córdoba

Por el Alcázar se movían unos cuantos grupos de jóvenes que iban a visitar el recinto de los Reyes Cristianos, pero que también, y para después, se informaban en el puesto que había delante, y cogían planos de los recintos. La palabra más repetida: los patios, la que llevaban en las conversaciones quienes bajan por la calle Caballerizas hacia San Basilio.

Luis y Asunción han llegado de Zaragoza en un viaje organizado. Hace tiempo que han oído hablar de los Patios de Córdoba y quieren conocerlos. «Vinimos a Córdoba una vez hace años, pero era en otoño y no se podían visitar, aunque ya habíamos escuchado hablar del concurso», dicen.

Se ponen en la cola de uno de los patios de la calle Martín del Roa. Cordones rojos y azules distinguen los caminos de entrada y los de salida. Hacia la una del mediodía, que es la hora que han escogido, «porque parece que al estar nublado hará menos calor que después». Han reservado su sitio a través de Internet.

Quince minutos les bastan para llegar al patio y allí se suceden los comentarios de admiración y el silencio, porque todavía hay gente que los mira sin hablar demasiado e incluso sin hacer fotografías.

Por la tarde el ambiente es un poco más complicado. Ha crecido el calor, el tiempo no da un respiro, pero las colas ya son más que un hecho, y las esperas puede ser de media hora, porque son muchos los que han llegado a Córdoba justo después de comer. A las seis de la tarde hay ya esperas en la calle San Basilio y los voluntarios tienen que hilar fino para ordenar a los que deben acceder. Más de 107.000 personas, un 27% más que el año pasado a estas alturas, los habían visitado ya.