¿Dónde comer la mejor pasta en Córdoba?

La Fabbrica

Un pizzero paraguayo formado por sicilianos en el arte de la precotta, y su compañera, una sonriente de origen polaco y experimentada en el arte de estirar la masa, son los propietarios de una diminuta pizzería de donde sale la masa más deliciosa de la ciudad.

En el antiguo local de Open Pizza de la calleJosé María Martorel, Aldo Cabrera y su chica elaboran artesanalmente la masa de las pizzas para que sus fieles clientes, se lleven a casa este plato italiano recién hecho, con materias primas del día que ellos mismos trocean y van añadiendo con muchísimo cariño.

Aldo llegó a España en 2005 y comenzó como fregaplatos en la mítica Ritratto de la calle María la Judía donde, los maestros sicilianos que regentaban el restaurante, le enseñaron las proporciones para elaborar una precotta como las que solo se hacen en la región italiana. De allí, ya formado como «maestro pizzero», se atrevió a continuar haciendo pizzas en una panadería en Ciudad Jardín y cuando esta cerró, «los clientes me llamaban para que les hiciese las pizzas en mi casa».

Por eso, el pasado verano, después de trabajar en hostelería en distintos restaurantes, decidió arriesgar con un local pequeñito, pero de donde sale un olor a masa recién hecha que embriaga a todo el que pasa por su escaparate, decorado con muchísimo gusto que te trasporta a los locales del arte culinario italiano del país transalpino.

En su carta puedes encontrar a Bansky: una pizza inspirada en el graffitero inglés con pollo braseado, bacon, bechamel, cebolla y salsa pesto. Condimentada con aceitunas negras y maíz, la pizza Abba lleva anchoas, champiñones y jamón york.

La Frida Kahlo, al igual que los colores de las flores de la activista mejicana, cuenta con pimientos rojo y verde, jalapeños, tomate natural y pollo braseado. Charles Chaplin, Salvador Dalí, Mick Jagger, The Jackson Five y Andy Warhol completan las ocho variedades del menu actual de La Fabrica.

«Pero podemos hacerlas al gusto, personalizadas», repite Aldo quien explica que sus elaboraciones tienen un toque diferente por la manera de añadir el orégano. Hay que probarlas para dar fe del especial aroma que tienen.

La Fabbrica también tiene un postre que es imposible no soñar con él: el «tiramisú de la suegra». ¿Qué suegra?, le preguntan. «Hasta ahora no sabemos de qué suegra, lo que sí puedo decir es que está hecho con la receta de los maestros sicilianos de los que aprendí a cocinar», confiesa Aldo.

La Mafia

La franquicia, inspirada inicialmente en la ambientación de la trilogía El padrino de Francis Ford Coppola, mantiene en la decoración de su local cordobés, situado en la Avenida del Gran Capitán número 46, elementos cinematográficos de la trama de ficción sobre la mafia sicialiana: los nombres de sus protagonistas, cuadros en los que actores malagueños posan cual capos italianos.

«Nuestra cocina no solo es ítalo-mediterránea, con una carta variada repleta de comida elaborada con materias primas frescas y de alta calidad», cuenta la directora de marketing del restaurante, Ana Román.

Tienen una amplia variedad de pizzas, de masa fina; pastas de todo tipo y risottos, como el de trufa, uno de los que más gustan, así como entrantes de la Bella Italia tales como el queso provolone y carpaccio. También son muy demandadas sus ensaladas capresse y de queso de burrata.

«Tenemos un proveedor exclusivo de pasta fresca y trabajamos con distribuidores locales de huevos, verduras y carne fresca para ofrecer todas las garantías de calidad», puntualiza Román.

También hay espacio para los más pequeños, la zona Picolinna, que cuenta con una monitora en los almuerzos para que los papás puedan disfrutar de una apacible comida.

Su carta de vinos se lee desde una tablet, en la que el cliente puede elegir entre los caldos tintos, rosados, blancos y cavas entre los que cuentan con bodegas como Picchioni Andrea así como D.O. de todo el mundo.

Y para acabar con un toque dulce: la pannacotta y el tiramisú. Todo ello, servido por un staff elegantemente uniformado, atento y que te recibe y despide con una sonrisa nada mafiosa que, sin duda, hace que los comensales se animen a repetir.

Toda la información sobre el local, reservas y carta, puede encontrarse en su web: http://lamafia.es/cordoba/

O Mamma Mía

La calle Reyes Católicos acogió, allá por 1982, el primer restaurante de comida italiana de Córdoba, antes de que el boom de la comida transalpina llegara al resto de barrios cordobeses. Una familia italiana con experiencia en la restauración en la Costa del Sol apostó por la capital porque tenían en Málaga muchos clientes de la provincia.

O Mamma Mía mantiene la decoración de arcos que simulan el Coliseo romano en su hilera central de mesas y siempre cuenta con un evocador hilo musical para que los comensales disfruten de la comida italiana al ritmo, por ejemplo, del himno de Domenico Modugno, «Volare».

José Antonio López, el gerente, explica que su clientela la componen ya segundas generaciones de las primeras familias que, desde los años ochenta, han heredado la tradición y el gusto por «la comida italiana elaborada con materias primas de calidad».

Su carta cuenta con una amplia variedad de pizzas, pastas, ensaladas, risottos, y carnes, elaborados al estilo tradicional italiano, con cocción lenta y respetando las recetas de siempre. Sin embargo, también van incorporando nuevas variedades como el Faggotini Gorgonzola, una pasta rellena de pera, queso y trufa.

A O Mamma Mía también se acercan muchos cordobeses en busca de sus tartas: de chocolate, plátano con nata, de queso y, por supuesto, panacotta y tiramisú italiano.

¿El secreto del éxito del restaurante? Su gerente asegura que está en el buen hacer en la cocina y en el servicio de unos empleados que llevan casi treinta años elaborando cocina italiana respetando las recetas en salsas y comidas.

La Tagliatella

El ristoranti que pone aroma italiano a la calle Jesús María, aunque de aspecto tradicional, está avalado por el mayor operador de restaurantes de Europa Central y Oriental por lo que como explica su encargado en Córdoba, «muchos de nuestros comensales vienen porque les ofrecemos una apuesta de buena cocina segura, que conocen y que les gusta».

La Tagliatella forma parte de un grupo de 170 restaurantes donde se elabora una cocina tradicional de las regiones italianas del Piemonte, Liguria y Emilia Romagna.

Sus materias primas pasan el auténtico queso Parmigiano Reggiano, curado en cuevas durante 24 meses, hasta la masa de las pizzas, elaboradas con dos tipos diferentes de grano que le aportan todo el sabor de la masa italiana que además, se cocinan en el tradicional forno italiano.

En su carta hay carpaccios acompañados de genuina mozzarella di bufala, variadas ensaladas con forma de torre de Pisa, risottos con magret de pato, trufa e incluso, con ibéricos de la tierra.

Cuentan con más de 400 combinaciones de pastas y salsas y, como broche final, sus pannacottas, tiramisús caseros y auténticos helados artesanales italianos.

La pasta y la pizza son las variedades más demandadas por sus clientes, porque, según cuenta el gerente, se elaboran diariamente con harina y quesos traídos directamente de Italia y tienen la impronta característica de la cocina del país.

La carta es internacional por lo que muchos clientes que ya han tenido otra experiencia en la Tagliattela en cualquiera de los 170 restaurantes repartidos por Europa Asia, se encuentran en el corazón de Córdoba una apuesta segura de buena mesa italiana.

Los Califas

En pleno corazón de la Judería se encuentra la taberna cordobesa Los Califas que, a pesar de su nombre, mantiene la esencia de su predecesor restaurante, Di Rafaello: un menú italiano que ahora se ha fusionado con la típica cocina cordobesa.

Su decoración ya es impactante: máscaras venecianas y trajes de torero adornan los rincones del local donde además de la cocina tradicional, se sirven raviolis con salsa de rabo de toro, carne que también se utiliza para elaborar lasañas.

Otro de sus platos más significativos es la pizza cordobesa en la que no falta el jamón serrano, el queso ibérico y el aceite de oliva de la tierra o el ossobuco de la comida milanesa, pero al estilo cordobés.

La fusión de las dos cocinas mediterráneas también está presente en su amplia variedad de pizzas con ingredientes de materias prima de calidad y frescos; verduras de la huerta y carnes con todo el sabor de los ibéricos de la tierra.

Pizzaiolo

¿Quién no ha celebrado una cena de Navidad entre amigos o una comida de empresa en Pizzaiolo? Son locales de peso en la restauración cordobesa y su oferta de platos italianos hace que incluso llegue a haber colas los días más concurridos.

Sus pizzas de bordes crujientes, las cazuelas de pastas con infinidad de salsas para elegir, las conchas gratinadas, las tostas, sus carnes frescas, los crêpes o los calzones conforman una carta tan extensa que en 1997 logró aparecer en el libro Guiness de los Récord por contar con el mayor número de platos en su menú; 365, concretamente, uno por día del año.

Desde entonces, se han añadidomás de un centenar de nuevos platos porque el equipo de cocina, tanto del local de San Felipe como del de la Avenida de El Brillante, mantiene la innovación, desde el respeto a la cocina mediterránea como seña de identidad para que la experiencia culinaria de Pizzaiolo sea cada vez única.

En su carta, adaptada para celíacos, destaca un menú infantil donde las pizzas se transformas en los personajes de dibujos animados preferidos por los más pequeños que se pueden comer a Bob Esponja o a Hello Kitty hechos de masa fresca e ingredientes sanos y naturales.

Su genuina sangría de champagne es la bebida estrella que todo cliente fiel elige para acompañar su comida que no puede acabar sin algún mousse, tarta de chocolate, profiteroles, brownie o tiramisú, de entre una larga lista de exquisitos postres.

Su menú puede consultarse en su web, http://pizzaiolo.com/, desde donde también se pueden hacer reservas.

La Trattoria

Juan Garzón y su esposa Mercedes Bautista llevan 25 años elaborando artesanalmente pizzas en la calle poeta Mohammed Iqbal, no solo para clientes de la Avenida Barcelona, sino para familias del resto de Córdoba a quienes ya conocen por su nombre o por las los ingredientes de las pizzas que se piden.

«Tenemos clientes de toda la vida y nada más entrar por la puerta, ya sabemos si es la señora que se va a llevar dos de york o el niño que pide la barbacoa», comenta Mercedes delante de una clienta asidua que asiente con la cabeza.

Elaboran la masa con harina, agua, aceite, sal y levadura todas las mañanas y también por las tardes, para los encargos de las cenas; el cliente llega y en diez minutos más o menos se elaboran. Todos los productos son naturales y de proveedores cordobeses.

De todas sus pizzas, la que más venden es la de pollo porque ellos mismos cocinan las pechugas, algo que le da «un toque especial», asegura. De hecho, hasta los clientes más reacios a comer pizzas, «siempre que la prueban de sus nietos, se piden una la próxima vez».

Sin embargo, en la Trattoria destacan que sus clientes eligen las pizzas por temporadas: la Picantona, con guindilla, pepinillos, alcaparras, cebollitas y olivas, se vende más en invierno; mientras que las que llevan marisco, son más propias de la Navidad.

Además tienen en su menú lasañas, canelones, espaguetis con distintas salsas y ensaladas tradicionales, todo ello con ofertas muy competitivas, sobre todo los lunes, con su famosa oferta de 3x2 en pizzas, día en el que los clientes hacen cola para cenar este plato italiano.

Pizza & Pastas cuore d´Italia

El gerente de la pizzería del Vial Norte Pizza & Pastas cuore d´Italia asegura que, después de 33 años haciendo pizzas, ha descubierto el secreto por el que los cordobeses se sienten atraídos por este plato de la cocina napolitana: ingredientes frescos y masa hecha a diario y queso importado de Italia.

Todo ello, hecho al forno di pietra, cuenta Juan, el gerente y chef quien asegura que su clientela pide los encargos para llevar, a pesar de que el local cuenta con una zona de servicio en mesa con los típicos manteles de cuadros rojos y blancos y una decoración con guiños a la cultura italiana.

La pizza Venecia, con tomate, mozzarella, jamón cocido, champiñones frescos, huevos y orégano es la más demandada, además de los fettuccine, spaghetti, maccheroni, rigatoni y fusilli con más de veinte salsa para combinar. La recomendada por la casa, la Aglio e olio porque a pesar de la simplicidad de su mezcla, con aceite de oliva virgen extra, ajo y perejil, es la combinación perfecta para degustar plenamente el sabor de la pasta. Son algunas de las principales propuesta de un menú con precios muy económicos, servicio a domicilio y ofertas durante la semana.

Amore Bonna Pasta

Este restaurante italiano, situado en la calle Reyes Católicos, destaca por sus exquisitos risottos, plato que cuentan con seis variedades en su menú. La impronta de Italia está por todo el restaurante: podemos comer en la mesa de las Tortugas Ninja o en la de los mafiosos con Al Capone, cuyos nombres pueden leerse en los respaldos de las sillas.

Su gerente, José Alamillo, asegura que todos los ingredientes se traen expresamente de Italia, por eso tienen un sabor especial y porque además, cada plato se elabora a diario por el personal de cocina. Con sus once tipos de pasta se pueden hacer combinaciones infinitas ya que en el menú se ofertan una gran variedad de salsas.

Los fettucchi y el rigatoni, una especie de macarrón gigante, con salsa muy especiada son las variedades preferidas por los comensales. También tienen platos al horno, como berenjenas o las busquettas; una especia de tosta grande que se presenta con salsa suave con frutos secos, con sobrasada o crema de setas.

Además de postres caseros, Amore Bonna Pasta tiene una amplia selección de vinos de bodegas italianas muy apetecibles con cualquier opción culinaria.

Tatá Pizza

José María Durán, después de más de 15 años trabajando en cadenas de comida italiana en Málaga, decidió hace 4 años montar su propio local de pizzas, lejos de manera de trabajar de las franquicias, «con un toque personal y atención individualizada al cliente».

Así surge Tatá Pizza, inspirado en el delivery o take away, aunque también cuenta con mesas para comerlas en el local. «Nuestro público fundamental son jóvenes, sobre todo los fines de semana cuando se llegan a vender hasta 400 pizzas, aunque también se acercan familias» a degustar sus masas de hasta 40 centímetros, tanto de grosor tradicional como de masa fina.

En la calle José María Martorel número 22, el local naranja de pizzas trabaja con proveedores de materias primas frescas de todo el territorio nacional que le sirven las carnes y verduras para las salsas e ingredientes topping de las masas.

A pesar de su formato de comida rápida, Durán insiste en que no es «fast food»sino «health food [comida sana]» porque cuidan la calidad y la elaboración de cada variedad, algo que no está reñido al precio pues durante la semana cuentan con económicas ofertas que pueden consultarse en su página web: http://www.tatapizza.es/