ATLETISMO
Belén Recio no olvida el deporte desde el quiromasaje
La velocista cosechó 10 títulos nacionales
A. D. JIMÉNEZ
Que Belén Recio se retirara de la competición en verano de 2014 no significa que se haya olvidado del deporte. Sencillamente, lo ve de otro modo, de otra forma. Pero siempre que puede se calza las zapatillas y corre. Sin duda, lo que ha hecho ... toda su vida. La diferencia es que ahora puede disfrutarlo. De hecho estima que «no echo de menos la competición, pero sí mi grupo de trabajo en Sevilla y la idea sentirme en forma, porque ahora me veo con algún kilito».
Con todo, esta gacela cordobesa será recordada por su dominio en la velocidad española a principios del siglo XXI, destacando en las modalidades del 100 y 200 libres. Incluso, hubo quien vio en ella una gran opción en el 400, pero la vuelta al anillo no terminó de convencerla del todo y sólo se quedó en tentativas.
La historia de Belén Recio tuvo sus primeros pasos en 2003, cuando sorprendió con una medalla de oro en un Campeonato de España indoor en la distancia de los 200 metros en Valencia. A partir de ese momento, no sólo era una atleta que iba a competiciones. Era considerada como una de las rivales a batir. Eso sí, supo asumir el reto que se le imponía y así se ganó el derecho al ser internacional con la selección española hasta en 17 ocasiones.
Participó en europeos, iberoamericanos y copas de europa, pero su gran momento le llegó en París, donde en 2003 formó parte del equipo que participó en el relevo 4x100 que llevó la Federación Española en el Mundial. Y en un escenario tan mítico como Saint Denis.
Después, siguió con su colección de títulos nacionales al aire libre e indoor en los distintos Campeonatos de España hasta alcanzar un total de 10 repartidos en 3 en 100 y otros tantos en 200, más cuatro en esa misma distancia en pista cubierta. Si cabe, 2006 fue un año próspero puesto que hizo sus mejores marcas en con un 11.48 en los 100 del Europeo de Gotemburgo o los 23.39 en los 200 del Superliga de selecciones Málaga. En cuanto a sus logros, la cordobesa señala que «no puedo elegir entre el 2003 y el 2006: uno fue un sueño y lo otro me hizo pensar que era una extraterrestre por las marcas»
Después, una serie de lesiones le lastraron su carrera, aunque su fe le obligó a seguir intentándolo hasta el último suspiro. Y, con todo, añadió alguna que otra medalla más a su palmarés tirando de veteranía en los campeonatos nacionales.
Pero, además de cuidar su versión deportiva, académicamente aprovechó su estancia en Sevilla para cursar estudios de quiromasaje, por lo que, de otro modo, no ha dejado nunca su relación con el mundo del deporte y recientemente ha abierto una clínica especializada. De hecho, parte con la ventaja de que puede conocer mejor las necesidades de los deportistas, en general, y de los atletas, en particular, al margen de hacer las funciones de entrenadora. De paso, ve con tranquilidad que en Córdoba tenga relevo con Fani Fortes, Javi López o Carmen Romero. Pero, sobre todo, lo que más le gusta es saber que «sigo viendo a gente en las pista y a otros compitiendo a gran nivel».
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